La ciencia lleva unos años tratando averiguar por qué el comportamiento de los adolescentes resulta a veces tan complicado. Y para ello, los ratones adolescentes son un buen punto de partida.
El sentido del olfato de un perro es al menos 1.000 veces más sensible que cualquier dispositivo mecánico. Le están entrenando a Moose, un perro de Nebrasks, para detectar ciertas aromas.
Bill Cotton/Colorado State University
Los científicos están experimentando con el uso de perros para oler a las personas infectadas con COVID-19. Pero los perros no son los únicos animales con olfato que detecta a las enfermedades.
La experimentación animal sigue siendo un tema polémico y muy controvertido. Sin embargo, si no se realizara, todo el conocimiento que tenemos sobre los seres vivos sería mucho más limitado.