La composición nutricional de pescados como el bonito y la sardina, que pueden ser capturados con un bajo impacto ambiental, ha demostrado tener beneficios, por ejemplo, para reducir el síndrome metabólico.
Las etiquetas de los productos pesqueros ayudan a los consumidores en la búsqueda de la calidad y sostenibilidad alimentaria, antes, durante y después de las Navidades.
El turismo marinero tiene potencial pues el mercado demanda actividades singulares. Y da pie a que muchas zonas de costa innoven su oferta y aumenten su competitividad como destino turístico.