El tipo de cambio, la actividad económica, la regulación de los precios y las expectativas influyen en el comportamiento de los precios. En Venezuela, esta conjunción de factores ha generado un proceso crónico de inflación galopante.
La economía europea vive un periodo de gran incertidumbre, las medidas del BCE dependen de factores externos (la guerra, las cadenas de valor…) y la credibilidad de la institución y del euro están en juego.
Venezuela acaba de devaluar el bolívar en un 95 por ciento para aliviar la hiperinflación que hizo subir los precios a niveles inconcebibles. Un economista cree que no va a funcionar.
Cada vez más se les pregunta a los viajeros globales si desean pagar compras locales en la moneda de su país de origen. He aquí por qué debe resistirse a la tentación de hacerlo.