¿Un aperitivo?
¿Pescaito frito y manzanilla? ¿olivas y patatas? ¿unas rodajitas de buen embutido? Aperitivus (“que abre”, en latín), un pequeño bocado que abre el hambre y se encuentra entre los grandes inventos de cohesión y regocijo social.
Permítanme, pues, que les ofrezca este aperitivo, para abrir el apetito antes del curso de verano de The Conversation en el Palacio de la Magdalena, la sede de verano de la UIMP en Santander. El curso La aventura de divulgar ciencia en español con éxito tendrá lugar del 12 al 14 de julio, pero comienza aquí, con los reportajes que los y las ponentes del curso han escrito ya en The Conversation.
“Abundante e imperceptible, como una tormenta muda, a todas horas caen sobre nosotros millones de partículas elementales”, así arranca su reportaje sobre rayos cósmicos José Edelstein, físico de la Universidad de Santiago de Compostela. El texto, que habla de partículas esquivas, es apasionado y romántico (léanlo y opinen). Edelstein hablará de agujeros negros en el curso de la UIMP.
Si alguna vez se han preguntado cuándo aparecieron los dioses moralizantes, este artículo del antropólogo Juan Luis Arsuaga es una revelación. En el curso de Santander, Arsuaga conversará con el periodista Juan José Millás, más sobre lo humano que sobre lo divino.
El biólogo Lluís Montoliu es un valiente. Expone la necesidad de usar animales en investigación, aunque le lluevan sapos, impulsa la legalización de técnicas de mejora vegetal (que Europa frena), y no sucumbe al mandato de la frivolidad para explicar cómo lograron resucitar proteínas Cas9 que podrían haber existido hace muchos millones de años. Montoliu también habla de la razón genética de los pelirrojos, y responde a preguntas populares: ¿Por qué hay más viudas que viudos?
Conchi Lillo y Luis Martínez Otero debatirán en la UIMP sobre el cerebro humano y su buen uso. En The Conversation ya lo han hecho. Lillo combate contra la recurrente fantasía de la división de hemisferios (creatividad y lógica) y Martínez Otero descubre un modo de cambiar el chip mental, si es que el chip no funciona bien engrasado.
¡Seguimos en Santander!