La decisión entre comprar o alquilar una vivienda es enormemente importante pero también incierta por la cantidad de factores implicados y lo impredecible de su evolución futura (precios, tipos de interés, oferta, demanda…).
En cuestión de vivienda hay tres puntos clave: las familias prefieren comprar que alquilar, es mejor que haya muchos propietarios que pocos con muchas casas y hay que evitar el sobreendeudamiento.
Desde 2014 ha habido una subida constante en los precios de la vivienda en España. ¿Seguirá beneficiando a las mismas personas? ¿Se tomaran medidas para impedirlo? ¿A quien beneficiarán esas medidas?
En las grandes ciudades españolas el mercado de la vivienda y los salarios van por separado: la subida de los sueldos no ha sido ni de lejos proporcional a la de los precios de alquiler y compra.
Se afianza la construcción de viviendas para el alquiler. Un modelo de inversión que ofrece a las familias el acceso a una vivienda pero no necesariamente alquileres asequibles.
El autor ha encontrado una relación negativa entre matrimonio y precios de la vivienda en España (1998-2015): cuando subieron hubo menos matrimonios y cuando los precios cayeron se celebraron más enlaces.
Crece la demanda de viviendas en alquiler. ¿Debería intervenir el Estado, regulando los precios? En la arena compiten, por un lado, inversores y turistas, y por otro, familias en busca de un lugar en el que vivir.
Los usuarios del mercado de la vivienda de alquiler sufren dos tipos de riesgos económicos básicos: el laboral (perder el empleo) y el habitacional (que aumente el precio de alquiler).
A finales de 2020 se aprobó en España un decreto antidesahucios para proteger a los inquilinos más vulnerables. Pero su aplicación es temporal y finalizará con el decaimiento del estado de alarma.
El sistema español hace del ladrillo la mejor inversión para la jubilación aunque también esconde riesgos: imprevistos en la legislación, depreciación del mercado inmobiliario y costes de mantenimiento.
La crisis sanitaria, económica y social sin precedentes causada por la covid-19 supone un sinfín de casos fortuitos y de incumplimientos contractuales, pero nadie puede saltarse las normas del Derecho.
El auge de la vivienda para alquiler vacacional es una de las causas del aumento de los alquileres residenciales en ciudades como Málaga. Habrá que ver cómo influirá la covid-19 en estos precios.
El desempleo, los salarios bajos y la temporalidad dificultan la compra de vivienda. La densidad de población en núcleos urbanos ha hecho que los precios de alquiler suban y la oferta se reduzca.
La capital financiera del mundo sufre un problema estructural con la vivienda, en el que se mezclan variables como la especulación inmobiliaria, el precio de los alquileres y los desalojos.
El próximo 15 de junio entrará en vigor la Ley 5/2019 reguladora de los contratos de crédito inmobiliario. El texto mejora las condiciones para los prestatarios pero sigue dejando demasiadas cosas pendientes sin articular.
A pesar del recalentamiento del sector, no existe unanimidad entre los expertos. En todo caso, dicha burbuja parece desigual y se centra sobre todo en los núcleos urbanos.