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¿Qué tan decisivo será el ‘voto latino’ anti-Trump en las elecciones intermedias de EEUU?

Los latinos constituyen el 12 por ciento de las personas elegibles para votar en las elecciones legislativas de medio mandato del 2018. Flickr/Erik Hersman, CC BY-SA, CC BY

El Partido Demócrata no debería contar con que los latinos le den un viraje a las elecciones legislativas de medio mandato este año.

Aproximadamente 27,3 millones latinos estadounidenses son elegibles para votar en las elecciones intermedias de noviembre – 12 por ciento de todos los votantes elegibles, según el Pew Research Center.


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La esperanza de los demócratas es que este gran bloque de votantes castigara a los republicanos por las políticas antiinmigrantes del Presidente Donald Trump. Están tratando de atraer a los latinos en estados “rojos” – es decir, de mayoría republicana – como Arizona y Florida.

Pero el llamado “voto latino” siempre ha sido más una promesa que una realidad para los demócratas. Mi investigación en ciencias políticas indica que no es probable que una ola latina inclinara las próximas elecciones a favor de los demócratas por cuatro razones.

1. Elegibilidad y participación

El estado migratorio limita el impacto político de los hispanos en Estados Unidos.

De acuerdo con las cifras de la Oficina del Censo de EEUU, solo el 44 por ciento de los latinos estadounidenses son elegibles para votar, una proporción menor que la de los votantes asiáticos, afroamericanos y blancos.

Además, la participación de los votantes latinos ha sido históricamente baja. Según el Pew, en las elecciones del 2016 en EEUU, solo el 48 por ciento de los votantes latinos elegibles emitieron su voto, en comparación con un 65,3 por ciento de los blancos y un 59,6 por ciento de los afroamericanos.

La división de los distritos electorales y las grandes barreras al registro de votantes también reducen significativamente el poder del voto latino.

Es muy probable que los votantes latinos de mediana y avanzada edad con título universitario y cubanoamericanos votaran en mayor porcentaje.

Pero solo uno de cada tres latinos de menos de 29 años de edad votó en las últimas elecciones presidenciales. La votación fue aún menor entre los latinos con un nivel de educación inferior al bachillerato.

El 20 por ciento de los votantes latinos en EEUU cae en esta última categoría de baja participación.

2. La ubicación

El impacto del voto latino en las elecciones para el Senado y la Cámara de Representantes en el 2018 también está limitado por factores geográficos.

Más de la mitad – 52 por ciento – de todos los latinos elegibles para votar en EEUU vive en California, Texas y Nueva York. Los candidatos al Congreso en estos estados ya entienden el poder de los latinos pues sus votos han sido decisivos en decenas de distritos desde la década de 1980.

Los candidatos que obtienen el mayor voto hispano son los que formulan sus campañas en los medios de comunicación y en general la de divulgación de información sobre su candidatura específicamente a los votantes hispanos.

En cuatro grandes estados en los cuales el voto fluctúa entre demócratas y republicanos – Georgia, Iowa, North Carolina y Ohio – los latinos representan el 5 por ciento o menos de los votantes elegibles.

Por lo tanto los votantes latinos pueden ser decisivos para los demócratas en solo pocos comicios: los que ocurren en estados con distritos competitivos y poblaciones latinas significativas, incluyendo Virginia, Florida, Texas, Arizona y California.

En mi opinión, el voto latino podría ayudar a impulsar a los demócratas a la victoria en solo siete comicios en cinco estados. Estos incluyen el distrito 10 de Virginia, en los suburbios de Washington, D.C.; los distritos 7 y 23 de Texas; el distrito 26 de Florida, que incluye Miami; y en Arizona el segundo distrito, con sede en Tucson.

3. Diferentes inquietudes

La suposición de que los latinos indignados por las políticas de inmigración de Trump saldrán en masa a votar en contra de su partido revela otra hipótesis errónea que asume que todos los latinos tienen los mismos intereses políticos.

El grupo demográfico latino es tan diverso como cualquier otra población de EEUU. Es un error pensar que 27,3 millones de votantes elegibles se identificarían con las mismas políticas, inclusive el tema de las políticas de inmigración de Trump.

Los latinos votan sobre la base de la misma variedad de factores – identidad de género, profesión, afiliación religiosa, clase económica y educación – como otros grupos.

Según Gallup, los votantes latinos están preocupados por el cuidado de la salud, el empleo, la economía y la desigualdad de ingresos. Solo el 12 por ciento cita a la inmigración como su principal preocupación.

Sin embargo, un segmento importante de votantes latinos, al igual que otros estadounidenses a los que Trump dirigió su campaña, están también cansados de la inmigración indocumentada. Las encuestas de Gallup en los últimos seis años revelan que un promedio de 67 por ciento de los hispanos han dicho que les preocupa “mucho o lo suficiente” la inmigración ilegal.

Eso representa un total de 10 puntos más alto que los encuestados blancos no hispanos y 12 puntos más alto que los encuestados negros.

4. Encuestas inexactas

La verdad es que no se sabe lo suficiente sobre las preferencias de los votantes latinos en EEUU. No más de media docena de cientas encuestas se dirigen exclusivamente al segmento de votantes latinos.

La encuestas que se hacen a los latinos a menudo no están bien diseñadas. Muchos líderes políticos latinos que he entrevistado dicen que las encuestas a pie de urna no pueden definir con precisión quién es latino y que estas encuestas no se basan en muestras representativas de los distritos latinos.

Como resultado, sus proyecciones sobre el comportamiento de los votantes latinos son inexactas.

Además, en la opinión anecdótica, casi todos los analistas y presentadores que entrevisté de Telemundo, Univisión y CNN en español antes de las elecciones de 2016 estuvieron de acuerdo que Trump lograría muy pocos votantes latinos.

De hecho, parece que el 28 por ciento de los latinos votaron por Trump. Eso es apenas un poco menos al promedio del 30 por ciento de los latinos estadounidenses que generalmente votan por candidatos republicanos y es un producto de los valores sociales “conservadores” que muchos latinos tienen sobre el aborto, los derechos gay y las grandes burocracias del gobierno.

Los republicanos podrían perder el apoyo latino

Dicho todo esto, sí creo que el 2018 será una prueba aguda y significativa del comportamiento de los votantes latinos en EEUU – más que las elecciones presidenciales del 2016.

En esas últimas elecciones Trump era nada mas que un candidato políticamente desconocido (aunque conocido como un millonario y estrella de televisión) y sus diatribas antiinmigrantes se vieron como simple retórica de campaña.

Ahora, muchos latinos estadounidenses y sus familias están sintiendo el impacto directo de las políticas del presidente, incluida una ofensiva contra los inmigrantes indocumentados, el trato inhumano a los centroamericanos que solicitan asilo y la tiniebla legal cruel a la cual están sometidos los jóvenes inmigrantes conocidos como “Dreamers.”

Si los latinos abandonan en proporciones mucho más grandes que en el pasado a los republicanos este noviembre, Trump habrá puesto en peligro el futuro político de su propio partido al ganarse la antipatía de la comunidad minoritaria más grande y de más rápido crecimiento en los EEUU.

This article was originally published in English

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