El sistema nervioso de los ctenóforos es una rareza de primer orden. Recientes estudios sugieren que su origen fue independiente al del resto de los animales y que no se ajusta al modelo establecido por Ramón y Cajal.
Al derretirse, las grandes lenguas heladas del planeta liberan al océano nutrientes como el hierro. Si permanecen en sus formas disponibles, servirían para alimentar al fitoplancton, fijador de CO₂.
Hemos estudiado el curioso proceso de emparejamiento de las diatomeas pennadas, un grupo de organismos reguladores del clima que abundan en el océano, aunque no pueden nadar.