Una persona no aprende a ser feminista a través de una guía o un manual. Este tipo de literatura tiene a veces un tono prescriptivo y moralizante ligado en exceso a la cultura de la industria de la felicidad.
Las mujeres se identifican con la idea de paz desde la Antigüedad porque, al estar excluidas de la actividad bélica, ellas debían ser las reproductoras de la comunidad, lo que las situaba más cerca de los valores de paz.