Los atajos mentales y sesgos cognitivos que nos hacen errar el tiro a la hora de pronosticar el resultado de un partido son un buen ejemplo de la llamada economía conductual. Entonces, la intuición se impone sobre la racionalidad.
La IA y el análisis de datos pueden ayudar a tomar mejores decisiones empresariales. Pero a veces ignoramos sus recomendaciones aunque tengan razón, principalmente por culpa de nuestros sesgos cognitivos.
Una investigación muestra que los individuos perciben menos el riesgo de infección por covid-19 y adoptan menos conductas de protección de la salud cuando asocian el riesgo con amigos cercanos, un fenómeno denominado “efecto amigo-escudo”.
La ilustración ha sido capaz de crear instituciones y normas de funcionamiento que han permitido un uso riguroso de nuestra capacidad racional para investigar el mundo y para ordenar la vida social.
Durante la pandemia, se ha echado en falta más consenso -y menos polémica- entre los dirigentes políticos. Y ahora que se han celebrado las elecciones catalanas, habrá que ver si los partidos logran ponerse de acuerdo para gobernar. ¿Por qué les cuesta tanto?
Las campañas negacionistas han sido tan rápidas como el virus, con consecuencias letales, pues han hecho que aumente el número de contagiados y de muertos.
La resistencia al cumplimiento de las medidas necesarias para frenar la pandemia puede explicarse desde la óptica de los sesgos cognitivos descritos por la economía conductual.
Las redes sociales han propagado bulos sobre el Covid-19. Ser conscientes de las vulnerabilidades de nuestro pensamiento fomenta el escepticismo y nos protege de posibles engaños y manipulaciones.
Dra. en Psicología aplicada al ámbito Clínico y de la Salud. Directora del Centro de Psicología RNCR y PDI en la Universidad Internacional de Valencia, Universidad Internacional de Valencia