La ciencia ha impulsado el progreso humano con descubrimientos e innovaciones a lo largo de la historia. Sin embargo, la mayoría de las personas, especialmente los jóvenes, desconoce gran parte del conocimiento científico.
Como docentes e investigadores, hemos asumido el desafío de acercar a los jóvenes a la ciencia. También de cerrar la brecha de género y promover la inclusividad en el ámbito científico. El objetivo principal es cultivar una sociedad más consciente, equitativa e informada.
Para ello hay que superar distracciones digitales y barreras generacionales, culturales y lingüísticas. Despertar el interés por la ciencia requiere estrategias y herramientas ingeniosas para superar estos retos. A través de la experiencia personal, planteamos algunas recomendaciones para acercar la ciencia a los más jóvenes.
Ciencia colaborativa en la escuela
Nuestras experiencias sugieren que los talleres prácticos, experimentos táctiles y demostraciones en directo interesan más a los jóvenes. El propósito es inspirar asombro y crear una experiencia inclusiva y diversa.
En este empeño, hemos descubierto que la creación de experimentos que aborden problemáticas del mundo real, como la purificación del agua o la generación de energía alternativa, despiertan el interés juvenil. Además, resaltan el papel de la ciencia como una potente herramienta para afrontar desafíos globales.
![Varios botes con esencias químicas.](https://images.theconversation.com/files/545537/original/file-20230830-28-rexcml.png?ixlib=rb-4.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip)
Es recomendable que la conexión con la ciencia se establezca desde edades tempranas, y los colegios son entornos ideales. En estas etapas, es crucial emplear materiales manipulativos que permitan a los pequeños interactuar directamente con instrumentos científicos.
Estos elementos, junto con explicaciones concisas y ejemplos prácticos, establecen bases sólidas para el aprendizaje en ciencias. De igual forma, las actividades y experimentos grupales fomentan un ambiente inclusivo, colaborativo y el intercambio de ideas.
Preguntar sin miedo
También intentamos eliminar miedos y dudas que los jóvenes puedan tener hacia instrumentos y materiales científicos. Por ello, procuramos que las actividades estén diseñadas para garantizar seguridad en todo momento. Así se transmite la importancia del riesgo y el error durante el aprendizaje y despierta su curiosidad.
Asimismo, en nuestros talleres, los estudiantes plantean preguntas y comentarios que reflejan sus particulares formas de aprendizaje y pensamiento. En este sentido, es recomendable evitar cuestionar la calidad de las preguntas.
![Escolares y un científico prueban olores.](https://images.theconversation.com/files/545590/original/file-20230830-15-7h8ew9.png?ixlib=rb-4.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip)
Además, con los experimentos comprenden que llegar a un resultado inesperado no supone un fracaso, sino una oportunidad para aprender y extraer conclusiones interesantes. Esta forma de pensar fomenta la disposición a proponer hipótesis audaces, a cuestionar prejuicios y a desafiar concepciones preconcebidas.
Esta experiencia divulgadora en centros educativos fomenta la transferencia multilateral entre el alumnado, docentes y divulgadores científicos. Igualmente permite evaluar el programa de forma continua y su eficacia en cada una de sus etapas y actividades.
Narrativas impactantes
Los jóvenes comprenden la relevancia de la ciencia cuando esta se entrelaza con su día a día. En nuestros talleres, mostramos cómo las matemáticas y la física sustentan la tecnología que usan, y la química en su alimentación.
Por ejemplo, en una serie de propuestas que llamamos “La realidad que percibimos”, pedimos a los chicos que hagan una foto con su móvil de un objeto concreto y que la muestren. Luego les preguntamos cómo ha captado el móvil esa imagen, cómo la procesa y transmite a otro dispositivo. Ellos responden que capta exactamente la imagen y así se transmite. Entonces les explicamos el proceso.
Como divulgadores, nuestro enfoque va más allá de dar datos. Es esencial fomentar su análisis crítico y darles las herramientas para tomar decisiones informadas. Por ello, impulsamos el cuestionamiento de afirmaciones y la evaluación objetiva de la información científica.
Por otro lado, solemos emplear la narrativa como herramienta para fortalecer el vínculo entre jóvenes y ciencia. Historias apasionantes sobre científicos pioneros y descubrimientos transformadores hacen que la ciencia sea accesible y emocionante.
Estas narrativas empoderan a aquellos excluidos del ámbito científico. Historias de científicas olvidadas y de diversos orígenes pueden servir para revelar la diversidad científica y ofrecen modelos inspiradores.
Modelos inspiradores y diversidad
La presencia de modelos para los jóvenes es muy importante para acercar la ciencia a las nuevas generaciones. Es necesario eliminar la noción errónea de que el mundo científico es inaccesible o reservado para unos pocos privilegiados.
Esto es posible con la influencia de científicos renombrados, divulgadores apasionados y figuras destacadas de diversos orígenes y géneros. Sus logros superando obstáculos en términos de género y diversidad son un ejemplo. Transmiten a las jóvenes el mensaje inequívoco de que sus aspiraciones en el ámbito científico no tienen límites. En nuestros talleres promovemos la sinergia entre jóvenes de diferentes trasfondos culturales y habilidades, creando un espacio único.
Con todo esto, las mujeres siguen superando barreras en diversas áreas y etapas de sus carreras científicas. En este sentido, hemos podido observar que las figuras inspiradoras femeninas desempeñan un papel de importancia fundamental. Presentar ejemplos concretos de éxito y esfuerzo empodera a las jóvenes para trascender estereotipos en su camino en el mundo científico.
Alfabetización científica
La ciencia se comunica con un lenguaje formal y técnico repleto de tecnicismos y conceptos complejos. Esta comunicación intrincada y precisa permite a los expertos explorar y explicar los misterios del universo. Lo recomendable es iniciar a las niñas y niños con términos sencillos e ir introduciéndolos poco a poco con el lenguaje formal para que se vayan familiarizando y sean capaces de identificarlo y entenderlo cuando lo vean u oigan en otros contextos.
Esta destreza comunicativa es particularmente relevante para los jóvenes, quienes están en proceso de construir su percepción del mundo y perfeccionar su capacidad de análisis reflexivo. Cuando pueden acceder a información científica de manera clara y atractiva, se establece un fundamento sólido que fomenta la exploración, nutre su crecimiento intelectual y estimula su compromiso con la sociedad.
Tecnología y medios visuales
En la sociedad actual, la tecnología y los medios visuales son aliados esenciales en la divulgación científica. A través de vídeos educativos meticulosamente elaborados y animaciones interactivas se puede simplificar lo más complejo. Además, el conocimiento científico se presenta de una forma visualmente atractiva y fácilmente asimilable.
Las plataformas en línea, que abarcan desde redes sociales hasta canales de YouTube, han dado paso a una nueva era de divulgadores: los “edutubers”. Estos innovadores digitales han asumido el desafío de transmitir la ciencia en formatos accesibles y atractivos que despiertan la imaginación y el interés de los jóvenes.
Por lo tanto, resulta imprescindible fomentar la proliferación de edutubers y así expandir el propósito de la divulgación científica. Para ello, es necesario desarrollar programas educativos y proporcionar herramientas necesarias a docentes e investigadores.
Sólo ofreciendo información accesible, amena e inclusiva, garantizamos que cada joven se sienta atraído por el mundo científico. En última instancia, la tecnología y los medios visuales han abierto una puerta a la democratización del conocimiento. Esto es posible llevando la divulgación científica a nuevas alturas y forjando conexiones entre ciencia y mentes curiosas.