Aprender a ser ciudadano y sentirse parte de la comunidad son derechos de los niños: las iniciativas de participación municipal son muy beneficiosas y factibles.
La responsabilidad social y ética de cada ciudadano es algo que se inculca desde la infancia, y en su desarrollo tienen mucho que aportar los docentes.
La enseñanza de la historia en la escuela debería ser menos memorística y más reflexiva. La historia, tal y como se imparte hoy, no ayuda a crear ciudadanos críticos, creativos y, sobre todo, libres.
Investigador postdoctoral en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad de Alcalá