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Una mujer habla en casa por un micrófono mientras observa la pantalla de un ordenador portátil y lleva puestos unos auriculares.
Utilizar el verano para aprender a hacer un pódcast puede ser una gran idea. Jacob Lund / Shutterstock

Guía práctica para hacer un pódcast este verano

Ahora que estamos en vacaciones, es un buen momento para pensar en aquellas cosas que queremos hacer con nuestro tiempo libre. Practicar de una vez por todas mindfulness, leer los libros acumulados en la mesita de noche o ver las series guardadas en “favoritos” pueden ser buenas opciones.

Pero si queremos hacer algo novedoso y estimulante, podemos añadir a la lista “crear un pódcast”.

Si apostamos por el formato de audio de moda, no nos faltarán los oyentes. Se estima que la actual audiencia mundial de pódcast es de 464,7 millones, una cifra que aumentará hasta los 504,9 millones en 2024.

Hay más de 70 millones de episodios publicados, pero este dato no debería asustarnos. El camino importa más que el destino, y nuestro objetivo no es vivir del podcasting sino descubrir cómo podemos iniciarnos en la disciplina.

Aunque al principio el resultado pueda sonar amateur y no consiga muchas reproducciones, pasaremos un buen rato haciendo algo distinto.

¿Por dónde empezamos?

Crear un pódcast independiente –así se llama cuando es producido y distribuido sin el apoyo financiero de una empresa– no es sencillo. Sin embargo, existen algunas plataformas de podcasting que nos facilitan el trabajo. Permiten la grabación del pódcast con el móvil e incluso proporcionan recursos sonoros, como la música o los efectos de sonido. Además de ayudarnos con la producción, también distribuyen el contenido.

Nadie sabe con certeza cuáles son los ingredientes para construir un pódcast que atraiga a la audiencia, pero tomar en consideración los siguientes aspectos puede ser de gran ayuda.

Antes de empezar, es indispensable que tengamos algo que contar. Sea cual sea la temática que abordemos es conveniente que la dominemos suficientemente. Con un contenido veraz y trabajado tenemos más opciones de atraer a los oyentes interesados por el tema (aunque sea muy específico), fidelizarlos y crear comunidad.

Pantomima Full analiza en clave de humor cómo no debería ser un pódcast.

También jugará a nuestro favor tener dotes comunicativas. Por muy interesante que sea el contenido, sin una buena oratoria nos costará más seducir a la audiencia. No es necesario que nuestra voz tenga unas cualidades específicas. Las voces no son buenas ni malas, todas son distintas y pueden brillar si se educan. Conviene hablar a un ritmo adecuado y vocalizar de forma clara cada palabra.

Del mismo modo que los contenidos no deben improvisarse, tampoco debe hacerlo el orden en el que se deben presentar. Necesitamos un guion con una estructura coherente (introducción, nudo y desenlace) para facilitar la compresión y fluidez del pódcast.

También es importante escoger un género y una narrativa adecuados: ficción, tertulia, entrevista, reportaje… Recordemos que el objetivo no es aburrir sino crear un contenido que sea útil, interesante y atractivo. Tampoco es conveniente que se note que leemos un guion, porque resulta muy monótono.

La duración del pódcast debe ceñirse al tiempo necesario para cumplir el objetivo que nos hemos marcado. No debería preocuparnos si hemos contado nuestra historia en más o menos minutos, sino preguntarnos si la hemos contado bien. Además, siempre podemos dividir el contenido en varios episodios.

Para hacernos una idea, el estudio “Cómo suenan los pódcast en España. Radiografía de la producción original en las plataformas de audio digital en 2022”, elaborado por el Observatorio Nebrija del Español, revela que la duración más frecuente de un programa es de 21 a 30 minutos.

Que se escuche bien

Uno de los aspectos que más nos puede asustar es el técnico. Aunque es posible crear un pódcast con el móvil, recomendamos dar un paso más y conseguir el “kit de podcaster”.

Un hombre habla por un micrófono con los auriculares puestos sentado delante de un ordenador
El kit básico: buena interfaz de audio, auriculares y micrófono. Oladimeji Ajegbile / Unsplash

Esto incluye una interfaz de audio (tarjeta de sonido externa), unos auriculares y un micrófono. Los hay en una amplia gama de precios. Solo tendremos que conectarlos a nuestro ordenador y tener instalado un software para realizar la grabación y la edición del pódcast. Para esto existen programas gratuitos de código abierto como Audacity.

Es recomendable realizar la grabación en un entorno tranquilo, sin ruidos externos, y que la habitación no produzca eco. La forma de comprobar que el espacio es el adecuado es dando una palmada. Si la escuchamos de vuelta es porque el sonido se ha reflejado en el suelo, el techo y las paredes. Si no le ponemos remedio, sucederá lo mismo con nuestra voz. Para evitarlo podemos llenar la habitación con elementos que absorban el eco, como libros, alfombras, tapices…

Una de las últimas etapas de la producción es editar el audio que hemos grabado. El objetivo es eliminar las partes que no nos interesan, aplicar ecualizaciones, incluir música, efectos de sonido… Aunque no es necesario complicarse demasiado, con la edición podemos conseguir que el pódcast sea más atractivo. A pesar de que todos los programas son muy intuitivos, la practica será nuestro mejor aliado para controlar la interfaz.

En cuanto a los recursos musicales, recordemos que las composiciones son del autor. Si no le pedimos permiso –pagamos para obtener la licencia de uso– estaremos cometiendo un delito.

La alternativa son las composiciones de libre distribución, que son gratuitas. En la red encontraremos tanto librerías musicales bajo licencia como libres de derechos de autor. Si vamos a emplear efectos de sonido –siempre de libre distribución–, recomiendo el catálogo de la BBC, uno de los más completos.

¿Y ahora qué hacemos?

Por fin hemos dado forma a nuestro primer pódcast. Ahora tendremos que alojar el audio en una plataforma para su distribución y esperar los resultados.

Si no queremos quedar ocultos en las plataformas de podcasting como agujas en un pajar, es importante saber cómo hacerlos visibles para la audiencia:

  • Recomendamos incluir en el título alguna palabra clave sobre la temática que abordamos. Esto facilitará que nuestro pódcast aparezca en la lista de resultados del buscador de la plataforma en la que se aloje. Si, por ejemplo, hablamos de la Segunda Guerra Mundial, este término debería aparecer en el título.

  • La audiencia agradecerá un breve resumen del contenido del capítulo. Además, recomendamos aprovechar este espacio para anunciar las redes sociales y crear un hashtag. Esto puede fomentar la creación de una comunidad de escuchantes.

  • Las plataformas de podcasting permiten incluir una imagen para ilustrar el contenido del pódcast. Una foto que refleje la temática, con el título incorporado, puede contribuir a que el proyecto sea más atractivo.

  • Si queremos aumentar las descargas del pódcast es crucial que lo promocionemos y distribuyamos en nuestras redes sociales, por correo electrónico o por mensajería instantánea.

  • Hay que interactuar con nuestra audiencia. Si recibimos comentarios es positivo que los agradezcamos para afianzar la conexión con el oyente.

Mejor empecemos desde abajo

Es cierto que muchas producciones independientes quedan sepultadas en las plataformas por falta de visibilidad, aunque por su contenido y ejecución podrían competir con los profesionalizados. Pero pensemos que estos aparecen bien posicionados debido a que cuentan con un respaldo externo. En ocasiones, las descargas no tienen nada que ver con la calidad.

Dejemos que los principios de selección natural de Darwin, aplicados al podcasting, hagan su trabajo. Mientras esto ocurre, os aconsejamos practicar y aprender del ensayo y error antes de publicar vuestro primer pódcast.

La moda del pódcast entre los famosos es abordada por Pantomima Full.

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