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La revolución científica de Tu Youyou

Cuando Tu Youyou (Ningbo, 1930) recibió el premio Nobel de Medicina en 2015 se rompieron algunos techos de cristal. No solo fue la primera china en ganar un Nobel (en cualquier categoría) y la duodécima mujer en recibir el de Medicina, sino que su investigación ha representado un revulsivo a las bases occidentales de la ciencia y la medicina.

Además, su trayectoria vital y profesional, fuera de los centros académicos de prestigio internacional, se distingue de la mayoría de ganadoras. A pesar de estos condicionantes, su producción científica, desconocida para el gran público, ha tenido un impacto global enorme.

Ambiente de violencia anticientífica

Hija de una familia acomodada de la ciudad litoral de Ningbo, Tu Youyou pudo cursar una educación moderna, pese a crecer en el entorno pobre, caótico y violento de la guerra de China contra Japón (1937-45) y la guerra civil china (1946-49). En este contexto y después de contraer tuberculosis, decidió estudiar Farmacia y Medicina China en el Beijing Medical College de la Universidad de Pekín y, posteriormente, en el Instituto de Materia Médica China de la Academia de Ciencias Médicas de China.

En 1949, con la llegada de Mao Zedong al poder y la proclamación de la República Popular de China, el nuevo régimen incentivó la fusión entre las tradiciones médicas china y occidental. Así buscaban atraer a médicos chinos formados en el exterior para solucionar el grave déficit de personal sanitario, producto de diez años de guerras y la paralización de la actividad universitaria.

Sin embargo, este impulso científico se vio pronto limitado por las campañas radicales de masas que promovió Mao en los años cincuenta. Estas culminaron, en la década siguiente, con la Revolución Cultural, que produjo efectos devastadores sobre la actividad académica.

Mientras la violencia anticientífica de los guardias rojos embestía con dureza las universidades chinas, algunos proyectos de investigación considerados estratégicos pudieron continuar con sus tareas, pero en espacios aislados del resto del mundo. En este contexto excepcional y desfavorable, Tu Youyou desarrolló una investigación revolucionaria sobre el tratamiento de la malaria.

Nace el Proyecto 523

La guerra de Vietnam (1955-1975) puso de relieve en Occidente la importancia de esta enfermedad transmitida por mosquitos en los países del Tercer Mundo. Mientras Estados Unidos ensayaba diversos remedios con sus tropas, en China, con el máximo secretismo y dirigido por el ejército, se ponía en marcha el Proyecto 523 para buscar tratamientos eficaces.

Después de unos primeros años infructuosos, en 1969, en pleno caos de la Revolución Cultural, los responsables del programa reclutaron a Tu Youyou para que se encargara de la investigación farmacológica.

En vez de revisar convencionalmente la literatura académica internacional, que en parte quedaba fuera de su alcance, Tu Youyou se abstrajo de la difícil situación política y personal leyendo a los clásicos chinos de filosofía, alquimia y medicina. Así pudo recuperar más de 2 000 tratamientos para diversas enfermedades (publicó una recopilación de 650) y los testó con los escasos medios que tenía a su disposición.

Primeros ensayos con el ajenjo

Alexander Mahmoud/NobelPrize.org

En un libro del siglo IV de Ge Hong, médico taoísta, alquímico, viajero y escritor heterodoxo, Tu Youyou encontró una receta para la malaria a base de ajenjo (la planta del género Artemisia). Entre 1969 y 1971, prácticamente sin recursos, Tu Youyou experimentó con diversos extractos de la planta. Después de muchos intentos, la solución número 191 alcanzó una tasa de recuperación muy significativa en animales infectados.

Los resultados de este experimento y la relativa pacificación de la sociedad china, con el retorno gradual de la actividad científica, permitieron a Tu Yuoyou colaborar con otros centros médicos, que disponían de más medios y tecnología. De este modo, en 1972, se pudo testar el extracto en población real en la isla de Hainan.

Finalmente, en 1977, se publicó en una revista china la fórmula química del extracto descubierto por la científica, al que se bautizó como artemisinina. En 1981, en los inicios del período de reforma y apertura de China, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunió en Pekín y confirmó la efectividad del nuevo medicamento. En poco tiempo, fue distribuido por todo el mundo.

El éxito de artemisinina

Desde entonces, 200 millones de enfermos de malaria han sido tratados con artemisinina, especialmente en países pobres, donde se concentra el 90 % de la incidencia. La mortalidad sigue siendo desgarradora, con 619 000 fallecimientos en 2021, sobre todo niños africanos menores de cinco años, pero ha disminuido más de un 40 % en las últimas décadas gracias en buena parte a los tratamientos derivados de la artemisinina.

A raíz de este logro, algunos artículos aparecidos en revistas de prestigio científico, como Cell o Nature, empezaron a mostrar una imagen menos negativa de la medicina china, poniendo de relieve el corpus de conocimiento histórico acumulado que espera ser explotado y validado por la ciencia.

No obstante, desde su implementación en los años ochenta hasta la actualidad, el descubrimiento de Tu Youyou ha perdido efectividad, debido a la creciente resistencia a la artemisinina de los parásitos causantes de la malaria, como el Plasmodium falciparum. Este hecho recalca la necesidad de continuar investigando en todos los ámbitos, incluyendo el de los recetarios tradicionales no occidentales, que han quedado tradicionalmente excluidos o marginados del debate científico.

Así pues, Tu Youyou no sólo trascendió las fronteras de la medicina china, probando y modernizando una receta del siglo IV, sino también del canon médico occidental.

En su discurso en la academia sueca, Tu Youyou destacó su carácter perseverante, a pesar de los obstáculos materiales, el trabajo en equipo y la necesidad de aproximarse a cualquier investigación con una mentalidad abierta y voluntad de interdisciplinariedad.

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