¿Pero cómo? ¿Ya es Navidad? Tanto si somos de a los que cada año “pilla el toro” navideño como si llevamos meses planificando meticulosamente reuniones, comidas y cenas, las Navidades llegan siempre muy deprisa y tan deprisa como llegan se terminan, dejándonos a menudo con la sensación de haber sufrido el paso de un tornado metafórico que trastoca rutinas y estados emocionales. Menos mal que también nos deja, si tenemos suerte y familiares y amigos detallistas, con algunos regalos para reconfortarnos durante el duro mes de enero.
Ante los que lamentan cierto materialismo que aleja el espíritu originalmente religioso de estas fechas, podemos escudarnos en la historia: hacerse regalos en esta época del año es una costumbre más antigua que las propias fiestas navideñas. Los romanos se intercambiaban obsequios en sus saturnales, una semana de vacaciones en honor del día de Saturno el 17 de diciembre. Rosario Moreno Soldevila, de la Universidad Pablo de Olavide, nos describe el ambiente casi carnavalesco de esos días y nos asoma al increíble catálogo de presentes que el poeta Marcial recopiló en una obra específica al respecto: libros, utensilios, mobiliario, decoración, artículos de belleza, objetos deportivos, comida, mascotas, joyas, ropa de hogar y de vestir (también ropa interior) o calzado (¡hay hasta pantuflas!), instrumentos musicales, obras de arte… y por supuesto velas. ¿Les suena?
De las pocas cosas que los romanos no se regalaban eran videojuegos. Este es hoy uno de los entretenimientos estrella de jóvenes y menos jóvenes. Si se ha planteado regalar uno, esta guía que han preparado expertos de la Universidad de Córdoba le será muy útil. Desde la Universitat de Valencia Cruz Pérez Pérez analiza qué tener en cuenta para elegir juguetes sostenibles y de larga duración, y Anna Forés, de la de Barcelona, nos ayuda a hacerlo desde la ciencia.
Sin querer ser aguafiestas, no está de más tener en cuenta el impacto medioambiental de tanto regalo, y seguir las recomendaciones de Heike Pintor Pirzkall de la Universidad Pontificia Comillas. Especialmente ahora que, con la comodidad que supone elegir y comprar a golpe de click desde el sofá de casa, los días posteriores a la navidad son una particular pesadilla logística, como nos explicó Rafael Villa Martínez de la Universidad Camilo José Cela.
No es posible hablar de regalos sin mencionar a los Reyes Magos o a Papá Noel. Son los regalos que más ilusión hacen, esos que aparecen por arte de magia una mañana en nuestro salón. Esta tradición no parece correr el riesgo de desaparecer, aunque los nuevos enfoques de crianza nos advierten de que es mejor no usarlos para conseguir que los niños se porten bien.
Si aún tiene dudas sobre qué regalar, las listas de libros elaboradas por nuestros expertos pueden ser una buena fuente de inspiración, incluso para regalar a adolescentes. Superar el estrés y la vorágine consumista, y sacar un rato para pensar con calma en alguien, mayor o pequeño, y en cómo hacerle feliz siempre merecerá la pena.