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Mitos en torno al precio de la luz: ¿deben ser las renovables la única apuesta?

¿Ha subido su factura de electricidad en los últimos meses? Para la mayoría de los pequeños consumidores, aquellos con una potencia contratada menor de 10 kW, la respuesta real es no. Incluso puede que, con la reciente reducción del IVA, estén pagando menos que antes.

No se puede decir lo mismo de los contratos para potencias superiores a 10 kW que sí se están viendo afectados por los incrementos en el precio de la luz en el mercado mayorista.

En España, casi 17 millones de contratos de pequeños consumidores se han hecho en el mercado libre minorista y tienen precios fijos por kWh. Hay contratos del mercado libre en el que esos precios fijos se aplican las 24 horas del día, así que la factura no depende del momento en que se realice el consumo. Otros contratos van por tramos horarios y el monto sí depende de cuándo se realiza el consumo.

Si usted pertenece a esta mayoría de pequeños consumidores que tienen contrato en el mercado libre su facturas no deberían haberse visto afectadas por los aumentos del precio de la electricidad en el mercado mayorista.

En cambio, si el lector forma parte de esa minoría acogida al precio regulado PVPC seguro que sus precios se han visto afectados. Para la mayoría de los consumidores acogidos a este tipo de contrato habrá supuesto menos de 20 euros de más al mes en sus facturas eléctricas.

En una encuesta informal que he realizado para este artículo, la mayoría de los encuestados no sabía realmente su tipo de contrato y a veces estaban desplazando innecesariamente sus consumos a horas nocturnas, pues pensaban que el precio de la luz era menor.

Si usted tiene dudas al respecto revise su última factura y compruebe su tipo de contrato. Si está en el mercado PVPC, no se apresure a cambiarlo.

¿Vale la pena intervenir el mercado mayorista?

Las compañías comercializadoras de electricidad son las que nos facturan los recibos de la luz. Actúan como intermediarias entre los productores de electricidad y el consumidor final. Acuden a lo que se conoce como el mercado mayorista, gestionado por el Operador del Mercado Ibérico de Energía - Polo Español (OMIE). En este mercado, el precio de la electricidad se rige por normas comunes para los países de la UE y que se han mostrado eficientes en la valoración de los precios de la energía eléctrica. Los altos precios que se están dando en el mercado mayorista pueden llevar a pérdidas a algunas comercializadoras que tienen asegurados con los clientes precios fijos por debajo de lo que les está costando en este momento la electricidad.

Precios medios de la electricidad en los mercados mayoristas europeos para el 6 de septiembre de 2021. Fuente: EnergyLive Power Markets Data

Como se puede ver en el mapa anterior, en estos momentos los precios de la electricidad son muy altos en toda la Unión Europea, pero son muy próximos entre países.

El precio de la electricidad por kWh es una parte de la factura eléctrica del pequeño consumidor y, como se ha indicado y dependiendo del tipo de contrato que tenga, se verá o no afectado por el precio de la electricidad en el mercado mayorista. Los precios de la electricidad a los que se refieren la mayoría de las noticias de las últimas semanas son los del mercado mayorista.

En España, el precio de la luz suele ser noticia cuando sube en el mercado mayorista. En nuestra vecina Portugal, donde la luz tiene exactamente los mismos precios en el mercado mayorista que la España peninsular, más que el precio de la electricidad lo que es noticia es el bajo caudal de los ríos que vierten desde España, lo que dificulta la producción de energía hidroeléctrica.

Sobre el precio de la electricidad en el mercado mayorista, aunque en el corto plazo los gobiernos tienen poco margen de actualización, sí lo tienen a largo plazo. Para ir a una regulación propia del mercado mayorista la opción seria salir del mercado eléctrico europeo. El Reino Unido lo hizo y la consecuencia es que el precio mayorista de la energía eléctrica es sustancialmente superior al de la UE.

En cuanto a la factura a los pequeños consumidores, el Estado puede tomar medidas que la reduzcan, actuando sobre los conceptos de la factura no relacionados directamente con el precio de la electricidad en el mercado mayorista. Pero hay que tener presente que la factura de la luz debe incorporar el precio real de la energía eléctrica, que es el que marca el mercado mayorista. Y ahora es alto.

Los altos precios de la electricidad tienen que ver con la dependencia del gas de la mayoría de los países de la UE para producir energía eléctrica. De hecho, en Europa el precio de la electricidad está prácticamente indexado al del gas, que está por las nubes y sigue aumentando. A este respecto, poco se puede hacer, pues se trata de una materia prima importada. La UE tiene una enorme dependencia del gas proveniente de Argelia y de Rusia.

Además, su consumo implica pagar derechos de emisión de CO₂, cuyos precios también están subiendo.

La impredecibilidad de las renovables

Europa está en lucha contra el cambio climático, producido sobre todo por las emisiones de metano y de CO₂ generadas por el consumo de combustibles fósiles. Para ello, la UE ha creado el marco europeo que establece los límites y precios a las emisiones de CO₂. El objetivo es reducir las emisiones para 2030 un 40% con respecto a los niveles de 1990. El primer (y aparentemente fácil) campo de batalla en esta lucha es la reducción de emisiones de CO₂ en la generación de electricidad.

El objetivo final debe ser la eliminación del uso de combustibles fósiles, como el gas, para producir energía. En el caso de la energía eléctrica, la UE está haciendo una apuesta decidida en favor de las renovables; el problema es que se está convirtiendo en la única apuesta.

La inestabilidad de las fuentes renovables, junto con la variabilidad en las normas reguladoras de estas fuentes, introduce una fuerte volatilidad en el precio, como han puesto de manifiesto algunos estudios.

Analicemos el caso de España.

Los siguientes cuadros muestran su capacidad instalada según el tipo de fuente generadora de energía, que en total excede los 110 000 MW.

Capacidad instalada según tipo de fuente generadora. Fuente: Red Eléctrica Española
Producción (MW) por fuentes de energía. Fuente: REE y elaboración propia

Aparentemente, la suma de las renovables (65,1 GW) debería ser suficiente para cubrir la demanda de energía en momentos punta (que rara vez supera los 40 GW). Pero la realidad es que, dada la variabilidad de producción de las renovables, la energía disponible puede no ser suficiente.

Hay momentos sin viento en los que la energía eólica es prácticamente inexistente y, cuando no hay sol (algunos días y todas las noches), tampoco hay energía fotovoltaica. A esto se agrega que el precio de la energía en el mercado mayorista alcanza sus máximos al final del día, en el momento de máxima demanda de electricidad, justo cuando no se puede contar con la energía solar.

Número de horas con demanda por encima de la energía disponible procedente de fuentes renovables (en MW). Fuente:

En la figura anterior se muestra, en número de horas y para los últimos 12 meses, la diferencia entre la demanda de electricidad y la energía disponible procedente de fuentes renovables. Puede verse que durante 1 350 horas la demanda de electricidad excedió a la disponibilidad de fuentes renovables en 15 000 MWh (un año no bisiesto tiene 8 760 horas). Así, durante esas horas ha sido necesario contar con fuentes alternativas para asegurar la disponibilidad energética. Básicamente la energía nuclear, limitada a 7 000 MWh, y el gas permiten hacer frente a esas situaciones.

Almacenamiento y estabilidad en la generación eléctrica

El gran problema de la electricidad es la dificultad para almacenarla. Supongamos un déficit de renovables de solo 2 000 MWh durante 5 horas; para satisfacerlo, se necesitaría el equivalente a las baterías de 100 000 coches eléctricos de los de mayor autonomía existentes en la actualidad. Hoy por hoy, la forma más razonable de almacenar grandes cantidades de esta energía es mediante el uso de centrales hidroeléctricas reversibles.

Esquema de una central hidroeléctrica reversible. Fuente: REE

Estas centrales permiten el mejor aprovechamiento de los recursos: tras producir electricidad mediante el paso del agua por las turbinas hacia el embalse inferior, el agua se bombea hacia arriba y queda disponible para un nuevo periodo de generación eléctrica. Un estudio de la UE establece para España una capacidad de 13 850 MWh mediante este tipo de centrales.

También se apunta como solución lo que se denomina hidrógeno verde o azul. Por limitaciones de espacio no entraremos a analizarlo en este artículo. Simplemente diremos que el elemento habitual para obtener hidrógeno es el gas metano, que genera emisiones. La solución que se plantea es obtener hidrógeno por hidrólisis del agua, a partir del exceso de energía que se supone que en el futuro producirán las energías renovables.

No solo renovables

En los próximos años continuará la instalación de aerogeneradores y paneles solares pero eso no va a evitar que por las noches no haga sol y, por lo tanto, los paneles solares sean inútiles, ni que haya momentos sin viento ni energía eólica, aunque haya muchos molinillos.

Habrá horas en las que sea imprescindible recurrir a centrales de gas y los precios deberán compensar el gasto de estar muchas horas paradas y a punto para estar disponibles en los momentos que se necesiten. Por eso, cuando se habla de costes de las renovables de 30 €/MWh se olvida añadir el coste de las horas en las que no funcionan o lo hacen muy por debajo de su capacidad y hay que utilizar el gas.

Por ahora, el uso de las energías renovables seguirá añadiendo volatilidad a los precios de la energía eléctrica.

Las grandes instalaciones solares no parecen la mejor fórmula de aprovechamiento de la energía solar. Es mejor el uso de pequeñas instalaciones en los techos de viviendas y edificios. Por otra parte, la proliferación descontrolada de parques eólicos se ha mostrado incompatible con la preservación de la biodiversidad.

Las energías renovables son imprescindibles en la lucha contra el cambio climático pero por sí solas no bastan. Los ciudadanos de la UE no debemos cerrarnos al uso de centrales nucleares como parte de la solución, preservando las que tenemos y favoreciendo el desarrollo de tecnologías de nueva generación. Pero eso lo contaremos en otro artículo.

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