En un entorno ideal, el profesorado debería estár equipado no solo para enseñar matemáticas o historia, sino también para reconocer y actuar ante signos de malestar emocional en el alumnado.
Cada vez más estudios apuntan a que tener el móvil a mano repercute no solo en la capacidad de atención de los estudiantes, sino en su ajuste emocional y conductual.
La transición ecológica debe comenzar por la transformación no solo de los edificios y entornos escolares, con más árboles y mejor aislamiento, sino también por el contenido de lo que se imparte.
La polémica continúa, y hay argumentos a favor y en contra de ambas jornadas. Las investigaciones cuantitativas y cualitativas de los autores arrojan datos concretos.
La planificación sostenible debe buscar la creación de espacios idóneos en los centros educativos. En ellos entendemos y experimentamos mejor la sostenibilidad, y es más fácil la innovación educativa.
La mascarilla ha venido para quedarse (al menos de momento), y su uso nos puede servir para cosas buenas: como parte de la educación en compromiso social, y para enseñar fuera del aula más a menudo.
La administración tiene todas las competencias de salud en los colegios, pero la ley les permite que hagan uso de su propia autonomía pedagógica y que cada centro decida qué es lo mejor para sus alumnos. Es necesario ejercerla en estos momentos para ofrecer respuestas coherentes con la realidad de cada centro.
Muchos colegios no cuentan con ventilación suficiente debido a su antigüedad, lo que puede condicionar la efectividad de las medidas para evitar los contagios por COVID-19. La eficacia ambiental de los centros educativos debe ser una urgencia para las autoridades.
En estos momentos es especialmente necesario ser más conscientes de fomentar una educación inclusiva (institucional y familiar). Cada persona es única, pero pareciera que, a la hora de organizar la enseñanza, es un principio que molesta. La convivencia en la diversidad es un reto para superar con éxito los días que vivimos.