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Por qué cada vez más senegaleses arriesgan su vida en el mar para llegar a Canarias

Senegal es hogar de pueblos diversos: wolof, fulani, serer, mandinka, etc., cuya pluralidad se refleja en sus variadas expresiones culturales. Esta república de África occidental, cuya capital es Dakar, alberga lugares que han sido declarados patrimonio de la humanidad como la ciudad de Saint-Louis y la isla de Gorée.

También es patria de figuras notables como Leopold Sedar Senghor, referente del movimiento literario de la negritud y primer presidente del país. Desde su independencia de Francia, en 1960, Senegal mantuvo el francés como idioma oficial y se construyó una reputación de país estable en una región propensa a conflictos, golpes de Estado, crisis sociales e insurrecciones yihadistas.

Por todas estas razones el país atrae a muchos inversores y turistas.

Sin embargo, pese a todos estos datos positivos, Senegal se enfrenta a desafíos enormes, como la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos de gran parte de la población. De hecho, cada vez más senegaleses eligen abandonar el país debido a las limitadas oportunidades económicas que ofrece. Es una tendencia al alza, especialmente en lo que se refiere a la migración irregular que llega por mar desde Senegal a las islas Canarias (España).

Llegadas masivas

El 5 de noviembre de 2023 se publicó la noticia de que el número de migrantes irregulares llegados por mar al archipiélago canario era ya 32 029, cifra que supera a las de la crisis de los cayucos de 2006 (31 678).

Hasta hace poco la ruta canaria, considerada especialmente peligrosa, era, sobre todo, una vía de acceso a Europa para los ciudadanos marroquíes, que representaban la mayoría de todas las llegadas, como ocurrió por ejemplo en 2021.

Sin embargo, a principios de agosto de 2023, los ciudadanos senegaleses superaron a los marroquíes en términos de flujo de migrantes llegados irregularmente a Canarias, con 3 056 y 2 199, representando respectivamente el 35,2 % y el 25,3 % sobre un total de 8 693 personas.

En octubre se documentó la llegada constante de cayucos desde Senegal, a veces hasta cinco barcos diarios, ocupados por decenas de personas. Los movimientos de población senegalesa hacia Canarias a finales de este año guardan similitudes con los de 2006, cuando 16 237 migrantes de esa nacionalidad llegaron a las islas.

Factores en juego

El aumento de las llegadas de personas senegalesas a Canarias se explica principalmente por la actual crisis política y social del país, marcada, entre otras circunstancias, por la represión a los opositores del régimen del presidente Macky Sall. A esto se añaden décadas de expolio, que se reflejan en cuestiones como la competencia desleal de pescadores extranjeros en aguas senegalesas, entre los que destacan los europeos y, especialmente, los españoles. Un espolio que se materializa mediante un acuerdo de pesca cuya ultima actualización ocurrió en 2020.

Entre 2014 y 2019, el precio acordado con las autoridades senegalesas por kilo de merluza y atún capturado por barcos europeos era de menos de diez céntimos de euro. El perjuicio se extiende a actividades conexas, como mercados e industria del procesado. De hecho, según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza, la pesca es crucial en la economía senegalesa, contribuyendo en un 3,2 % a su PIB, empleando al 17 % de la población y siendo su mayor exportación, con un 2 1% del total. Dado el declive del sector, algunos barcos de pesca artesanales sirven ahora para transportar a migrantes que pagan cientos de euros por una travesía de 1 600 kilómetros.

Las dinámicas migratorias hacia Canarias han cambiado a medida que España ha pasado de ser un país de tránsito a convertirse en un país de destino. Esta transformación en la percepción de España como destino migratorio se debe, en parte, a la construcción, en los años posteriores a 2006, de una notable comunidad senegalesa en ciudades como Barcelona y Madrid. De hecho, más de 80 000 ciudadanos senegaleses viven en España, un destino que los candidatos a la migración en ese país encuentran cercano y realista, pese a las enormes dificultades.

Similitudes con 2006

El actual movimiento migratorio de senegaleses hacia Canarias es similar al de 2006. Ambos tienen un carácter laboral y económico y la cuestión pesquera sigue siendo central como motivación para salir del país y como provisión de medios de transporte.

Sin embargo, y al contrario que entonces, la tensión sociopolítica, agravada por la inflación y el desempleo en Senegal, nutre estas migraciones y hace previsible que aumente el número de senegaleses que abandona el país buscando un futuro mejor. Una política de visados limitada por parte de España también permite prever que muchas de esas personas optarán por la vía irregular para llegar a Canarias.

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