La aplicación de medidas exprés que centren sus esfuerzos en la seguridad mientras olvidan los principios democráticos puede acabar hundiendo países en el lodazal de la criminalidad y la inseguridad.
Desde abril Nicaragua, una vez el país más seguro de Centroamérica, ha explotado en protesta, con cientos de muertos y miles de heridos. Con tanto caos, es probable que siga la violencia criminal.
Violencia contra los niños en Guatemala, Honduras y El Salvador aumenta mientras bajan otros tipos de violencia. Es diez veces mas probable que un joven muere asesinado en Centroamérica que en EEUU.