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profesora trabajando en casa ante un ordenador.

Universidad, pandemia y clases en línea: tras el gran esfuerzo, hay que seguir formando

La pandemia ha supuesto la necesidad de adaptación a nuevas contingencias sociales, económicas, laborales, de salud, etc. También, en el sector del profesorado universitario. Durante los periodos de confinamiento y postconfinamiento, los centros de formación continua de las ocho universidades catalanas que hemos analizado acomodaron la planificación de formación permanente del profesorado a las nuevas demandas y necesidades derivadas de la situación de emergencia en la que se vive.

El equipo EDO-UdL de la Universidad de Lleida decidió analizar la formación del profesorado de las universidades catalanas antes y después de la pandemia, así como la percepción que tenían los profesores del impacto en su docencia.

La adaptación a la enseñanza en línea ha supuesto una curva de aprendizaje notable, si tenemos en cuenta cuál era la situación previa al confinamiento.

Nuestros datos indican que antes de la covid-19, los conocimientos previos sobre la docencia en línea y el aula digital eran escasos, ya que únicamente un 0,8 % del profesorado afirmaba estar muy preparado. Por otra parte, un 37,2 % declaraba tener algunos conocimientos, el 25,3 % resaltaba tener pocos conocimientos, y, por último, un 16,1 % afirmaba que no tenía.

Las universidades ofrecieron una respuesta adaptada a la situación de emergencia sanitaria. Durante el 2019 se ofertó a los docentes 670 cursos y 690 durante el 2020. Sin embargo, la mayoría de propuestas estaban centradas en el conocimiento y aplicación de las herramientas digitales institucionales (un 32,25 % de los cursos ofrecidos en 2019, y un 36,23 % de los ofrecidos al año siguiente). En segundo lugar estaban los cursos centrados en aspectos metodológicos (20,16 % durante el 2019 y 13,04 % durante el 2020) y en procesos de evaluación (5,65 % durante el 2019 y 13,53 % en el 2020).

Ocho universidades, 379 docentes

En el estudio se analizó la formación realizada durante los años 2019 (prepandemia) y 2020 (pandemia) por los centros de formación continua de las universidades públicas catalanas: Universidad de Lleida (UdL), Universidad de Barcelona (UB), Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Universidad de Girona (UdG), Universidad Rovira y Virgili (URV), Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Universidad de Vic (UVIC).

Además, se indagó sobre la percepción del impacto de esta formación con una muestra de 379 docentes (64,4 % eran mujeres y 35,6 % eran hombres). La muestra estaba formada en parte por el área de Ciencias Sociales y Jurídicas (32,7 %), seguidas de Ciencias de la Salud (26,1 %) e Ingeniería y Arquitectura (17,4 %).

Falta de tiempo y evaluación en línea

Destaca el esfuerzo de los profesores por implementar los conocimientos adquiridos, observándose una mayor percepción de impacto en las áreas de Ciencias Sociales y Jurídicas y Artes y Humanidades.

Las principales dificultades percibidas fueron la falta de tiempo para adaptar su práctica docente a los conocimientos adquiridos (con un 62,5 %), así como la complejidad de realizar una evaluación en línea: un 45,4 % de los encuestados la consideran bastante o muy elevada. Por ello, es necesario que estos datos se tengan en cuenta para futuras formaciones.

Hay que seguir mejorando

Las universidades supieron reaccionar ante la nueva situación derivada de la pandemia, concentrándose en la formación del profesorado y reaccionando ante sus necesidades. No obstante, es necesaria la creación de programas de formación continua que ayuden a generar redes de apoyo y colaboración entre profesores para la mejora de la docencia. En ellos, una de las prioridades ha de ser la evaluación en línea.

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