Los españoles encarcelados en el extranjero enfrentan condiciones y situaciones diferentes, desde Europa hasta América Latina y Asia. Aunque algunas experiencias son similares a las locales, otras presentan peligros, hacinamiento y violaciones de derechos humanos.
Ser madre y amamantar en la cárcel es un reto que conlleva numerosos desafíos para las mujeres. En España solo hay cuatro cárceles de mujeres y muchas presas deben vivir en módulos dentro de cárceles masculinas.
Las prisiones tienen género. Tradicionalmente, el sistema penitenciario se ha configurado por y para los hombres, siendo las mujeres una población penitenciaria más invisible y más vulnerable. Sin embargo, los tiempos están cambiando: es el momento de la incorporación de la perspectiva de género en el ámbito penitenciario.
Cualquiera de nosotros podríamos entrar en la cárcel y si lo hiciéramos veríamos que la realidad penitenciaria española poco tiene que ver con lo que nos muestran el cine y las series de televisión.
Doctoranda en Filosofía - Bioética y Éticas Aplicadas -Universidad de Granada / Técnica de Investigación en Universitat Autònoma de Barcelona, Universidad de Granada