Nuestra capacidad de amar va más allá de lo humano, pero cuando se trata de amar de manera romántica hasta ahora únicamente nos vinculábamos con otras personas. Eso podría cambiar con la aparición de las IA.
La pandemia de covid-19 nos ha privado de muchas cosas, entre ellas de las manifestaciones de afecto y el contacto físico, que tantos beneficios para la salud física y mental tienen. Ahora que parece que las mascarillas dejarán de ser obligatorias, quizás podamos recuperarlos.
Las leyes educativas deben incluir contenidos que favorezcan la formación en una sexualidad plena y saludable, basada en la evidencia científica, y que posibilite el desarrollo de personas seguras.
Enseñar educación sexual a los hijos debe hacerse desde una perspectiva positiva, poniendo de manifiesto que la sexualidad es también algo que forma parte de la plenitud vital y la felicidad, pero no desde una idea que asocie la sexualidad a los riesgos, pues ello restará credibilidad.
Profesora Titular de Universidad en el Departamento de Psicología Clínica y Experimental. Área de conocimiento Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos, Universidad de Huelva