Exponer a los escolares a palabras mal escritas rompe un proceso conocido como ‘aprendizaje estadístico o implícito’, que en el caso de la ortografía es fundamental.
Frente a la tentación de usar la inteligencia artificial como atajo para no realizar algunas tareas escolares o universitarias, es importante enseñar a los estudiantes a detectar los errores que genera.
Si algo “entra en el examen”, automáticamente se le dedica más atención. La medida de penalizar por faltas puede ser positiva, pero exige enseñar y aprender a escribir bien desde primaria.
¿Viene el sonido jota en español del latín o del árabe? ¿Por qué se escribía con una x durante la Edad Media? ¿Cuándo y cómo dejamos de decir ‘Méshico’ para decir ‘Méjico’ y por qué escribimos México?
¿Por qué tendemos a escribir inteligencia artificial con mayúscula? ¿Es posible escribir sobre esta tecnología ubicua sin llenar un texto de palabras en inglés, comillas o cursivas?
Aunque la grafía “ñ” solamente existe en castellano y gallego, lo cierto es que el sonido no es patrimonio exclusivo de las lenguas romance, sino existe incluso idiomas que no vienen del latín.
Nada ha cambiado, aunque el hecho de que haya polémica y los argumentos esgrimidos son un campo fértil de estudio de las corrientes ortográficas en la lengua española.
Durante los siglos XVI y XVII, algunas personas advirtieron de los peligros de enseñar a escribir a las mujeres, porque podrían ponerse en contacto con otras personas sin que lo supieran sus padres o su marido.
Una mala competencia ortográfica va unida irremediablemente a una deficiente competencia de lectura y escritura en los ámbitos formales: entre ellos, los educativos.
El lenguaje está vivo y constantemente aparecen palabras que no hemos escuchado nunca. La mayoría son inventadas y no están fundamentadas en nada que no sea un reflejo de un comportamiento social que a veces hasta es residual.
Hay que leer, pero también saber leer. Y leer de todo para habituarnos a entender cualquier texto. Hay que leer para evitar cometer faltas de ortografía. Escribir con corrección asegura una claridad de ideas necesaria para cualquier acto comunicativo.
Cada vez más usuarios y empresas se preocupan por la corrección gramatical de sus mensajes en las redes sociales. Incluso en el caso de los hashtags y el idioma español, esta corrección es posible.
A escribir se aprende leyendo, y leyendo de forma consciente y reflexiva. La lectura, ya sea individual o conjunta con otras personas, visualizando y siguiendo el texto, nos acerca a conocer con detalle cómo se escribe y cómo son las diversas y distintas escrituras que se pueden realizar.
La comunicación escrita, cuando se hace correctamente, da una buena imagen de quien escribe. Por el contrario, hacerlo de forma incorrecta puede suponer incluso la pérdida de un posible empleo.
Profesora adjunta de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Departamento de Traducción e Interpretación y Comunicación Multilingüe, Universidad Pontificia Comillas
Investigadora Postdoctoral Juan de la Cierva en el Departamento de Psicología Experimental, Procesos Cognitivos y Logopedia, Universidad Complutense de Madrid