Desde el desmoronamiento de la URSS, Ucrania y Rusia se han convertido en grandes exportadores. El principal destino de su trigo no es Europa sino los países de África y Asia.
Existe una gran sombra de duda sobre la capacidad de muchas regiones europeas, entre ellas España, para gestionar los fondos europeos para la recuperación. Aquí se analizan algunas de las posibles causas.
Esta es la primera vez que los países del norte aceptan una emisión conjunta de deuda y que, además, los recursos obtenidos se repartan, al menos en parte, mediante transferencias.
A diferencia de 2008, las instituciones europeas ahora son conscientes de su papel y proponen programas sociales inéditos, planteando impuestos europeos, herramienta básica para la armonización fiscal.
La puesta en marcha del Plan Marshall supuso también la elaboración de un programa amplio de reformas, tanto o más importante que la propia ayuda económica.