Trudy Meehan, RCSI University of Medicine and Health Sciences and Jolanta Burke, RCSI University of Medicine and Health Sciences
Las autoras del estudio sobre el que habla este artículo lo tienen clarísimo: se puede seguir siendo feliz aunque no se pueda tener hijos. La felicidad depende de muchos factores, y algunos están fuera de nuestro control.
Cuidado con las estadísticas porque, en muchos casos, nos llevan a preocuparnos más por la cantidad de habitantes de un territorio que por la calidad de vida de dichos habitantes.
Las circunstancias vitales de muchos padres y madres no les permiten pasar con sus hijos todo el tiempo que quisieran y el poco que pasan no saben cómo convertirlo en tiempo de calidad. Estas 4 claves le ayudarán a disfrutar de las horas que pasan juntos.
En España se tiende a tener descendencia cuando la situación económica y la estabilidad laboral lo permiten. La edad media de maternidad, por lo tanto, se retrasa por su situación económica y por las deficiencias políticas en materia de conciliación.
España es uno de los países con mayor tasa de divorcios de la UE. Las consecuencias emocionales de una separación pueden ser muy dramáticas para las parejas, pero también para los hijos, que a veces no pueden superarlo si la gestión de la ruptura por parte de los progenitores no es la adecuada.
Es de sobra sabido que en la mujer se producen cambios hormonales y cerebrales durante el embarazo y los meses tras el parto para su adaptación al cuidado del hijo. Pero ¿ocurre lo mismo en el padre cuando este asume las tareas de cuidado? La ciencia ha demostrado que sí.
El programa Egokitzen tiene como objetivo ayudar a los progenitores a desarrollar conocimientos y habilidades que ayuden a minimizar en los hijos el estrés derivado del divorcio y a lidiar con otras dificultades que este proceso conlleva
¿Qué efectos está teniendo entre las mujeres el hecho de teletrabajar y tener menores a su cargo a los que atender a diario? Un grupo de investigadores tiene ya las primeras conclusiones: ellas son las que asumen la mayoría de las cargas familiares, además de la laboral.
La figura paterna cada vez se involucra más en la educación de los hijos. Hay quienes ven en esta crisis una oportunidad para comenzar una revolución simbólica que lleve a los hombres que aún no lo han hecho a dedicarse a sus hijos e hijas en plenitud y al mismo nivel que las mujeres.
Las mujeres con hijos tienen una percepción de los costes del voto más alta que la de los hombres, también con hijos. Existe pues una brecha de género a la hora de ejercer el derecho al voto tanto si hay como si no hay niños en el hogar, pero en este último caso es la madre siempre la que sufre más las consecuencias. Sepamos por qué.
La formación de la familia debería ser parte de las políticas educativas inclusivas. Sin embargo, los padres y madres no reciben educación pedagógica que les ayude en la formación de sus hijos y esas carencias se notan.
Una juez obligó el pasado abril a una mujer que quería parir en su casa a ingresar en el hospital autonómico de Asturias. A partir de este caso, que ha generado controversia social, el autor analiza las implicaciones jurídicas de la pretensión de algunas mujeres de dar a luz en su domicilio.
Profesor contratado doctor y vicedecano de la Facultad Ciencias de la Educación e Investigador y coordinador de la Cátedra Joaquim Molins Figueras Childcare and Family Policies, Universitat Internacional de Catalunya
Profesora del Departamento de Sociología y Antropología Social - Integrante del Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres (IUED), Universitat de València