Obligados a pasar más tiempo que nunca encerrados en casa, ahora es más pertinente que nunca entender lo que significa tener una vivienda digna y lo difícil que es acceder a ella.
El ahorro energético de las viviendas constituye su capital ecológico: un recurso monetizable que reduce la factura, disminuye las emisiones y limita las importaciones energéticas del sistema.
La hipoteca inversa es un instrumento de financiación de los cuidados de larga duración que puede servir para aumentar el parque de vivienda pública en España.
El desempleo, los salarios bajos y la temporalidad dificultan la compra de vivienda. La densidad de población en núcleos urbanos ha hecho que los precios de alquiler suban y la oferta se reduzca.
Es necesario caracterizar el comportamiento energético del parque de vivienda social bajo condiciones reales de uso como paso previo a la propuesta de medidas de rehabilitación.
¿Cuál de las dos alternativas nos conviene más? Esta eterna pregunta, sobre la que subyace el escaso rigor con el que a veces tomamos nuestras decisiones financieras, tiene difícil respuesta.
La capital financiera del mundo sufre un problema estructural con la vivienda, en el que se mezclan variables como la especulación inmobiliaria, el precio de los alquileres y los desalojos.
El próximo 15 de junio entrará en vigor la Ley 5/2019 reguladora de los contratos de crédito inmobiliario. El texto mejora las condiciones para los prestatarios pero sigue dejando demasiadas cosas pendientes sin articular.
A pesar del recalentamiento del sector, no existe unanimidad entre los expertos. En todo caso, dicha burbuja parece desigual y se centra sobre todo en los núcleos urbanos.
Los jóvenes no pueden emanciparse y algunas familias sufren desahucios, pero esa es la cara televisiva del problema. El derecho a la vivienda sigue sin tratarse como un derecho fundamental en España.
Docente e investigador del Departamento de Economía Aplicada I de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real, Universidad de Castilla-La Mancha