Necesitamos reflexionar para decidir qué Internet queremos para poder seguir compartiendo espacio sin poner en peligro nuestra salud física y mental ni la autenticidad de nuestras relaciones ‘online’.
Socialmente los videojuegos se consideran más de chicos que de chicas, aunque ellas cada vez los usan más como forma de entretenimiento. Sin embargo, la brecha de género en cuanto a la imagen que se da de las mujeres sigue siendo muy grande: chicas con papeles secundarios y ofreciendo una imagen de su cuerpo con la que no se sienten representadas.
La Organización Mundial de la Salud ha incluido este trastorno en su lista de enfermedades. Consiste en algo más que jugar horas y horas delante de una pantalla. He aquí cómo detectar este problema y lo que se puede hacer al respecto.