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Tres niños estiran en una cancha de baloncesto, uno de ellos con una pierna ortopédica.

Cómo lograr una educación física universal

Son las 9 de la mañana. Alba lleva puestas sus zapatillas: le toca Educación Física. Ojalá hoy pueda jugar, piensa mientas camina hacia el gimnasio ayudada por su andador. Quizás, si le preguntásemos, Alba nos diría: “Creo que la Educación Física no sé me da bien…”.

Muchos estudiantes con discapacidad, como Alba, o con bajo nivel de condición física, pueden sentir que la educación física no es lo suyo.

La historia de Alba se basa en un artículo en el que se evalúa la participación en Educación Física de una niña con discapacidad. La participación, junto con la presencia y el progreso, son fundamentales para una educación inclusiva de calidad.

La asignatura de Educación Física tiene el desafío de atender a la diversidad y garantizar oportunidades de aprendizaje para todo el alumnado, buscando alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4: educación de calidad.

Barreras para la inclusión

Para lograr una educación física inclusiva se deben derribar las barreras que impiden la participación de todos los estudiantes. Sin participación difícilmente se conseguirá el progreso, fin último de cualquier proceso educativo.

Estas barreras incluyen la falta de apoyos personales y materiales, el tiempo disponible para atender las necesidades educativas especiales del alumnado y la escasa formación del profesorado de educación física en atención a la diversidad. Esta escasez aparece, por cierto, en todos los niveles educativos –infantil, primaria y secundaria–, y también en la formación universitaria.

Haz lo que puedas” es la frase que escuchaba a menudo un estudiante en silla de ruedas, cuando preguntaba a sus profesores cómo realizar las clases prácticas mientras cursaba el grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

El profesorado de Educación Física suele mostrarse a favor de la inclusión, pero sienten que no están suficientemente preparados para llevarla a cabo en sus clases. Una de las claves para lograr superar estas barreras es la formación específica. En este artículo presentaremos cómo el Diseño Universal del Aprendizaje puede ser una solución prometedora para lograr una Educación Física inclusiva.

Diseño universal de aprendizaje

El diseño universal es una corriente nacida de la arquitectura. En ese campo se pueden observar ejemplos muy claros de su filosofía.

Si diseñamos una escalera para acceder a un edificio habrá determinadas personas que, por sus características, por ejemplo, edad o discapacidad, tendrían dificultades para acceder y necesitarían una adaptación, como un ascensor alternativo. Sin embargo, si en la construcción inicial utilizamos una rampa con la pendiente adecuada, podremos facilitar el acceso de todas las personas. Independientemente de sus características, todos podrían entrar de una forma más autónoma.

Pero ¿cómo diseñamos nuestras clases de Educación Física con rampas en lugar de con escaleras? Podríamos tener dificultades si pensamos en la educación física desde un punto de vista relacionado con el rendimiento deportivo.

Nuestra propuesta es considerar la Educación Física una asignatura más centrada en lo primero, la educación. Educación a través del movimiento, pero educación fundamentalmente.

Propuestas ilusionantes

Actualmente, el desarrollo científico del diseño universal de aprendizaje (DUA) en educación física es limitado pero ilusionante, con propuestas recogidas en libros o artículos científicos muy recientes.

Los principios que rigen el DUA son proporcionar múltiples formas de mostrar compromiso con la forma de aprender, múltiples formas de representar lo que se va a aprender y múltiples formas de acción y expresión.

Respecto a conseguir el compromiso de los estudiantes, se trata de intentar que toda la clase se encuentre motivada. Esto se puede lograr partiendo de sus intereses o permitiéndoles elegir entre varias opciones de realización de actividades. Por ejemplo, cada día un estudiante puede elegir el juego de calentamiento o en cada grupo de nivel se pueden acordar las reglas de la tarea con los compañeros.

Para conseguir múltiples formas de representación, se puede explicar la tarea con una pizarra, utilizando un ejemplo, o asignando parejas en las que uno explica la tarea y el compañero la realiza. También es posible usar vídeos que pueden consultarse durante el desarrollo del juego y no solo al comienzo.

En nuestro caso, la utilización de esquemas con las reglas del juego apuntados en la pizarra han ayudado a personas con discapacidad a desarrollar la labor de árbitros durante las clases.

Una manera de incluir múltiples formas de acción y expresión puede ser, en una tarea de tenis, ofrecer diferentes tipos de raquetas, palas y pelotas y que el estudiante elija aquella que crea que mejor se adapta a sus características.

También hemos incluido palabras específicas de nuestra materia en los comunicadores de estudiantes con parálisis cerebral.

Actividades abiertas

Es importante que los docentes de Educación Física adopten el enfoque del DUA y diseñen actividades abiertas que incluyan a todos los estudiantes en lugar de hacer adaptaciones posteriores.

Para lograr este cambio, es esencial transmitir esta idea a los profesores actuales y futuros de Educación Física. Por supuesto que queda camino por recorrer –por ejemplo, sobre la forma en la que el Diseño Universal del Aprendizaje ayuda al desarrollo de las diferentes competencias o cómo unirlo a la evaluación del alumnado– pero sin duda marchamos hacía una Educación Física Universal.

En conclusión, el propósito final es cambiar la pregunta inicial de Alba sobre su participación, por una afirmación: “¡La Educación Física mola!”

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