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Cueva - bar de la localidad alicantina de Rojales, el 67 % de cuyos habitantes son extranjeros, la mayoría británicos. Shutterstock / Sonia Bonet

¿Cuáles son los efectos del Brexit para la población británica que vive en España?

Uno de los colectivos más preocupados desde la aprobación del Brexit en 2016 es el de los llamados Brexpats. Este grupo de personas está compuesto por, al menos, 784 900 ciudadanos británicos emigrados a otros países de la Unión Europea.

Los Brexpats españoles forman el mayor colectivo británico fuera de las fronteras del Reino Unido, si exceptuamos los territorios de la Commonwealth. Tienen algunas características particulares, como una edad media superior a la de otros destinos europeos, un gran número de personas que viven fuera del control legal, una concentración geográfica en la costa y un cierto aislamiento social.

En este contexto, la sucesión de noticias y escenarios potenciales que el proceso del Brexit generó en los medios de comunicación y fuentes oficiales ha creado un sentimiento de inseguridad sobre los derechos de ciudadanía y la libertad de movimiento en el colectivo.

Hay muchos detalles que deben concretarse aún en el acuerdo de retirada, especialmente por lo que respecta a los acuerdos comerciales que pueden afectar de una u otra manera al grupo de residentes británicos, no sólo en España sino también en otros territorios europeos.

Actualmente la población británica residente en territorio español es de 250 392 personas, de las cuales más de la mitad son mayores de 50 años, según el Instituto Nacional de Estadística. Esta población se concentra en enclaves costeros del Mediterráneo y las Islas Canarias.

Los británicos suelen tener en propiedad la vivienda donde residen, en muchas ocasiones aisladas en urbanizaciones o viviendas situadas lejos del centro de la ciudad, lo que facilita que su vida cotidiana se desarrolle dentro de su propio grupo nacional.

Una parte significativa de la población británica vive sin legalizar su situación lo que, entre otras cosas, dificulta su atención por parte de la administración en los casos de vulnerabilidad, que son más comunes en el colectivo de lo que parecen.

Más turistas que migrantes

En definitiva, en la mayoría de los casos esta población ha llevado a cabo un proceso de asentamiento más cercano al turismo que a la migración, con las dificultades pero también las ventajas que ello puede aportar a su vida cotidiana.

A pesar de la irrupción del Brexit, no ha habido hasta ahora ningún éxodo masivo de población británica del país, sino más bien lo contrario. Las estadísticas muestran que la llegada de los ciudadanos británicos ha seguido aumentando y también la compra de propiedades.

En cuanto a los movimientos de retorno, aunque en los últimos años han ido aumentando, no se puede decir que la amenaza del Brexit o sus posibles consecuencias hayan actuado como un factor de expulsión para la población británica.

El Brexit implicará la pérdida de derechos individuales, como el derecho a residir, especialmente para aquellas personas que no pueden demostrar su residencia prolongada en España. También podría afectar al acceso a algunas profesiones en el sector público.

La población jubilada, la más afectada

Sin embargo, la población jubilada es la que puede ver su futuro más gravemente afectado. Las personas que ya estaban registradas antes del final del período de transición tendrán su pensión actualizada, pero esto no está garantizado para las personas que llegan más allá de 2021 y depende de futuras negociaciones.

La otra gran preocupación tiene relación con el derecho a recibir asistencia sanitaria gratuita a través de la tarjeta europea. Esta tarjeta cubre aspectos como medicamentos o situaciones médicas preexistentes. La cobertura hasta 2021 está garantizada y en el caso de los pensionistas también está garantizada a partir de 2021 , según el Departamento de Salud y Atención Social y Oficina de Asuntos Exteriores y del Commonwealth. La cobertura sanitaria para aquellos trabajadores que lleguen después de 2021 dependerá de futuros acuerdos.

No hay cambios con respecto a las elecciones municipales, tanto para votar como para ser elegidos, aunque lógicamente los residentes británicos pierden el derecho a votar en las elecciones europeas.

Nuevos obstáculos a partir de 2021

Los obstáculos a los que se enfrentarán los Brexpats en España a partir de 2021, dependiendo del acuerdo final, son los vinculados a la libertad de movimiento y los que dependen de factores económicos. Con el Brexit será más difícil, caro y engorroso mantener un estilo de vida transnacional (frecuentes visitas al Reino Unido o incluso trabajar y vivir entre el Reino Unido y España).

Los vuelos serán más caros, los controles aduaneros pueden ser más estrictos y se contempla una cuarentena en el caso del transporte de animales vivos, como mascotas. Esto también puede afectar a la importación de determinadas mercancías que podrían aumentar su coste en función del acuerdo comercial alcanzado con la UE.

Además, en caso de retorno al Reino Unido algunas de las dificultades que se plantean son la justificación del derecho a residir y del derecho a recibir atención social y sanitaria. Estos problemas pueden afectar aún más a la población jubilada, especialmente la que se encuentra en situaciones frágiles o vulnerables.

La falta de acuerdo sería terrible para este colectivo

Desde el punto de vista económico, un no-acuerdo sería terrible para los Brexpats porque los productos del Reino Unido aumentarían su costo debido a los aranceles de importación. Esto afectaría, por ejemplo, a los supermercados y servicios británicos existentes a lo largo de la costa mediterránea, especialmente en Alicante, Málaga y Murcia.

Por otra parte, la fluctuación entre la libra esterlina y el euro podría devaluar las pensiones, los subsidios y los salarios de los trabajadores transnacionales. Ello perjudicaría al sector inmobiliario que en Alicante y Málaga depende en gran medida de los compradores e inquilinos británicos.

La mayoría de las predicciones económicas apuntan a una disminución del PIB británico después del Brexit, lo que tendría consecuencias en términos de reducciones salariales, recortes de empleo y acceso limitado al crédito.

Incluso en el caso de las pensiones (triple lock), su revalorización está sujeta al cambio de divisas, algo que ha afectado a los jubilados británicos durante las anteriores crisis económicas.

A la irrupción del Brexit hay que añadir, en primer lugar, una crisis financiera que ha afectado a España y, en menor medida, a Reino Unido desde 2008, junto con la crisis sanitaria causada por la covid-19 que también ha marcado significativamente a ambos países. Estos acontecimientos han provocado una sensación de incertidumbre entre el colectivo británico residente en España, que ve cómo todo lo que ha dado por sentado (en términos de libertad de movimiento, perspectivas de futuro, estilo de vida, etc.) ahora está siendo cuestionado.

No hay dudas de que el Brexit traerá dificultades para la población británica que vive en España, especialmente para la población jubilada y para los que se encuentran en situación más vulnerable. También se puede decir que será más difícil regresar al Reino Unido, especialmente para aquellos que deben acreditar la residencia y el derecho a recibir atención médica. Por último, se esperan más problemas en el campo de la economía individual, con pérdida del poder adquisitivo por el cambio de divisa.

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