Ciertos compuestos químicos que forman parte de envases, cosméticos, detergentes o los propios alimentos pueden tener un papel en el aumento del sobrepeso o la obesidad de la población. Aquí explicamos cómo actúan y qué podemos hacer para evitarlos.
Las diminutas partículas de plástico presentes en los alimentos pueden atravesar la barrera que protege a nuestras neuronas, con potenciales consecuencias para la salud como ansiedad, depresión y reducción del cociente intelectual.
Un estudio reciente ha simulado el proceso de digestión gastrointestinal de microplásticos ingeridos accidentalmente o respirables para buscar posibles efectos nocivos para la salud. Y los ha encontrado para el caso del bisfenol A.
Ethel Eljarrat, Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA - CSIC)
Existen más de 3.000 sustancias químicas diferentes asociadas a los materiales plásticos, de las cuales más de 60 se consideran sustancias de alto riesgo para la salud. A dos de ellas, BPA y ftalatos, la Ley de Residuos española acaba de ponerles el veto.
La presencia de contaminantes emergentes, como microplásticos, fármacos y conservantes, no para de crecer. Estudiar su presencia, origen y efectos tóxicos permite conocer la magnitud del problema.
La presencia de productos como antibióticos, antirretrovirales y fungicidas en el medio ambiente puede tener efectos negativos para la salud de las personas.