La Universidad de Deusto, fundada en 1886 por la Compañía de Jesús, trabaja en torno a siete áreas principales: Empresa, Derecho, Psicología y Educación, Teología, Ciencias Sociales y Humanas, Ingeniería y Ciencias de la Salud que se incorpora en septiembre de 2020 con los grados de Medicina y Fisioterapia. El objetivo de este centro académico es formar, a través de una completa oferta de estudios, líderes que sepan integrar una visión profesional, pero también humanística y ética.
En los puestos primeros del Estado y una presencia en los rankings internacionales cada vez más significativa por su docencia y alto rendimiento, las señas de identidad de esta Universidad, situada en el centro de las ciudades Bilbao y San Sebastián y con sedes en Vitoria y Madrid, es la formación en competencias y valores de sus estudiantes gracias a un modelo pedagógico propio socialmente reconocido.
Deusto fomenta el espíritu emprendedor, la formación en la empresa, a través de los programas duales, y la empleabilidad con prácticas para el 100% de los estudiantes. El centro también se caracteriza por su investigación especializada, su compromiso con la justicia o su proyección internacional, de la que dan fe sus más 1.500 estudiantes internacionales. Un 15% del total del alumnado procede de otros países de los cinco continentes, y cada año el 10% de los estudiantes sale a estudiar a otros países.
Más de 10.000 estudiantes, de los cuales 1 de cada 7 tienen beca, y más de 5.000 en formación continua y executive, estudian actualmente en este centro con más de 130 años de experiencia.
Los poderes públicos deben centrar sus esfuerzos en desarrollar políticas que mitiguen los altos índices de pobreza en España y que aumentarán tras la pandemia de la COVID-19.
¿Cómo es posible que no se actúe y se permita un fraude o un error que puede tener consecuencias tan graves? La respuesta está en un fenómeno psicológico.
En estos días estamos atravesando con desiguales resultados el “aprieto” educativo en el que el coronavirus nos ha puesto. La enseñanza “online” ha ayudado a muchos alumnos, pero los expertos siguen considerando que los beneficios que aporta la enseñanza presencial en la escuela son insustituibles.
En el Día Internacional de las Niñas en las TIC la autora hace un repaso histórico y concluye que no es que las mujeres no hayan estado presentes. Es que se las ha escondido. Como decía Virginia Wolf, anónimo es nombre de mujer.
Los docentes se enfrentan a un reto inesperado. Han de garantizar el aprendizaje masivo con recursos no utilizados hasta ahora y evaluar los conocimientos bajo métodos inexplorados.
Con la COVID-19 acechando nos hemos visto, de la noche a la mañana, obligados a recluirnos en nuestras casas. En este contexto, la rutina puede jugar el papel de aliado o de enemigo.
El movimiento feminista debe enfocar sus esfuerzos hacia asegurar que las consecuencias de esta crisis no haga más profunda la discriminación de las mujeres, y ha de elevar su voz para proteger a las que se ven expuestas a la desprotección y, sobre todo, a la violencia.
No hay modo de superar la crisis social del coronavirus si no es subordinando preferencias individuales a medidas colectivas que, restringiendo su ejercicio, las protegen y nos protegen a todos.
Ante las dudas sobre el futuro que dejará la pandemia a España e Italia, solo existe la certeza de la gestión china de la crisis y la necesidad de contener la propagación del virus.
Estos días, nuestras dos principales ventanas al exterior son internet y los balcones. La psicología social nos da muchas claves para entender cómo nos comportamos ante esta situación inédita que nos ha tocado vivir.
Socialmente los videojuegos se consideran más de chicos que de chicas, aunque ellas cada vez los usan más como forma de entretenimiento. Sin embargo, la brecha de género en cuanto a la imagen que se da de las mujeres sigue siendo muy grande: chicas con papeles secundarios y ofreciendo una imagen de su cuerpo con la que no se sienten representadas.
Los servicios sociales son el cuarto pilar del estado de bienestar. Entre las políticas centralistas, que garantizan universalidad, y las federalistas, que favorecen la innovación y el reparto de poder, existe una opción intermedia.
María Luisa Sánchez Barrueco, experta en Derecho de la UE, asegura que el brexit refleja las deficiencias de la democracia en el Reino Unido y que la factura de la salida de la UE la pagarán los de siempre: las capas de la población más desfavorecidas.
Contar con recursos propios a nivel local, provincial o regional permite articular políticas sectoriales o tecnológicas concretas, con mayor libertad y mayor capacidad de gestión, lo que ahonda en el desempeño final, tanto en términos económicos como de innovación.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en España. Gracias a las nuevas tecnologías es posible vigilar a los pacientes desde incluso antes de que presenten síntomas.
Profesora e Investigadora en la Facultad de Educación y Deporte de la Universidad de Deusto; integrante del Equipo de Investigación "Education, Regulated Learning & Assessment" (ERLA), Universidad de Deusto