Que Claudia Goldin haya ganado en 2023 el premio Nobel de Economía “por haber hecho avanzar nuestra comprensión de los resultados de las mujeres en el mercado laboral” es una buena noticia pues visibiliza el trabajo de quienes investigan sobre el tema.
La brecha de género también existe en el campo: las mujeres ganan menos, realizan trabajos más duros y pocas veces son las dueñas de la tierra. Pero algo está cambiando, al menos en América Latina.
Hace un siglo, un tercio del capital del Banco Hispano Americano estuvo en manos de mujeres accionistas. Parte de la élite económica del país pero capaces de empoderarse financieramente hablando.
África es un continente joven y pujante. Si juega bien sus cartas económicas y sociales podrá tener un futuro brillante. Ifeoma Idigbe, empresaria y filántropa nigeriana, es impulsora de dos programas que preparan a chicas y chicos africanos para ese mañana mejor.
Taylor Swift es una artista empoderada. Controla su carrera profesional en lo artístico y también en lo económico, tiene legiones de seguidores, swifties, y usa su poder en la industria para defender causas sociales y derechos civiles.
Diferentes iniciativas protagonizadas por mujeres se apoyan en herramientas digitales para concienciar sobre problemas actuales, educar sobre ciberseguridad e impulsar la educación femenina en informática.
Las cooperativas, que nacen como respuesta colectiva organizada contra situaciones de desigualdad, tienen una larga tradición en la lucha a favor de los derechos y oportunidades de las mujeres.
En junio de 2011 la OIT aprobó el Convenio 189, que regula y protege el trabajo doméstico. Diez años más tarde, el documento solo ha sido ratificado por 32 países. España no está entre ellos.
A nivel mundial, un 31% de los directivos son mujeres. Y hay más mujeres directoras y consejeras delegadas que nunca (26%). Quizás estas cifras todavía sean escasas pero dan esperanza a las nuevas generaciones.
Las mujeres que logran romper el techo de cristal encuentran luego un acantilado invisible: tienden a ser contratadas como directivas por empresas en crisis, así que su posibilidad de fracaso es alto ya de entrada.
La incertidumbre provocada por el coronavirus ha provocado que afloren al mismo tiempo desafíos sin resolver, posibilidades de cambios sociales y vías para transformar esta grave crisis en oportunidad.
La pandemia ha puesto en peligro muchos avances en igualdad de género. Para recuperar el terreno perdido, las empresas deben ahora tomar medidas con un claro enfoque de género.
Tras la Estrategia 2020 por una economía “inteligente, verde e incluyente”, la UE presenta el Plan para la economía circular para informar mejor al consumidor y hacer más sostenibles los productos.
Nadie duda que la aparición de la píldora anticonceptiva fue un hito clave en la evolución de la humanidad. Aunque últimamente ha perdido popularidad, entre otras cosas por sus efectos secundarios.
Lejos de aumentar la complejidad con respecto a la gestión de personas, la diferencia de edad entre los trabajadores de una empresa aporta diversidad, modernidad y un valor estratégico diferente.
Profesora Titular de Universidad en Historia e Instituciones Económicas (Actualmente también Investigadora Visitante en el IDEGA-Univ. Santiago de Compostela, Programa para la Recualificación del Sistema Universitario Español 2023-2024), Universidad de Murcia
Doctora en Economía. Profesora Titular de Economía Aplicada y subdirectora del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa, Universidad de Alcalá
Doctora en Economía. Profesora Titular de Economía Aplicada. Directora de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa UAH - Santander. Investigadora del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social, Universidad de Alcalá