Para la pensadora Simone Weil el trabajo era filosofía, pensamiento, mística. Vale la pena revisar su ideario ahora que las nuevas tecnologías amenazan con cambiar el concepto de trabajo.
La filósofa francesa constituye uno de los ejemplos extremos en los que la vida encarna las creencias personales, incluso a costa de la salud y de la propia muerte.
El grabado Flammarion, en madera y de artista desconocido, apareció por primera vez en L'atmosphère: météorologie populaire (1888) de Camille Flammarion. La leyenda del grabado (que no se muestra aquí) dice “Un misionero medieval cuenta que ha encontrado el punto donde el cielo y la tierra se encuentran…”.
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