El expresidente iraní Hasan Rouhani y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la ceremonia de inauguración de la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Porlamar (Venezuela) en 2016.
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Mientras el mundo aguarda la respuesta de Israel al ataque de Irán, el gobierno de Teherán libra una batalla silenciosa para extender su influencia militar, comercial y diplomática en algunos países de Latinoamérica.
Tras cinco años operando principalmente en Asia Occidental, Oriente Próximo y África, los grupos terroristas islamistas vuelven a cobrar fuerza en Occidente.
En 2021, la mitad de los atentados con más muertes en todo el mundo se produjeron en el oeste de África. La presencia de grupos terroristas en la zona tiene costes enormes para la población y para las economías de países que pretenden demostrar a duras penas su solvencia.
¿Quién sustituirá al hombre que sustituyó a Bin Laden?
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El golpe de Estados Unidos contra Ayman al-Zawahri deja el futuro de Al Qaeda en una encrucijada mientras el movimiento terrorista busca un nuevo líder.
Aspecto de la manifestación contra el terrorismo en la Plaza de la República de París tras el atentado contra el periódico Charlie Hebdo (11 de enero de 2015).
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La intolerancia religiosa también existió en la Antigüedad, incluso en sociedades politeístas como la griega y la romana donde convivían varias creencias. Los casos de Sócrates e Hipatia de Alejandría así lo demuestran.
Flores, muñecos y banderas en el lugar de los ataques terroristas del 14 de julio de 2020 en Niza, Francia.
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La crisis de la covid-19 ha desplazado de la agenda pública algunos de los problemas de seguridad más complejos que se han experimentado en las últimas décadas en Europa. Los atentados de Francia nos envían un recordatorio cruel: el terrorismo islamista sigue siendo un problema de gran magnitud.