Las personas afectadas por este trastorno, que sufre uno de los componentes del grupo Supersubmarina, no son conscientes de su enfermedad o discapacidad. Ello acarrea serias consecuencias tanto para los pacientes como para sus cuidadores.
Nuestro cerebro cambia durante toda la vida según los estímulos que recibe. Eso permite, por ejemplo, que un paciente de ictus pueda volver a hablar o que aprendamos a tocar un instrumento,
Los impactos repetidos al rematar el balón con la cabeza producen una disrupción en las funciones cerebrales en jugadoras de fútbol. Hasta ahora todos los estudios se habían realizado en hombres.