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La anguila europea sobrevive a un viaje de miles de kilómetros: cómo lograr que también sobreviva al hombre

La anguila europea (Anguilla anguilla) es una criatura fascinante con un ciclo de vida que parece sacado de una película de aventuras. Comienza su viaje en el lejano Mar de los Sargazos, a más de 6 000 kilómetros de las costas europeas. Allí nace como una diminuta larva llamada “leptocéfala” y emprende un viaje épico impulsada por las corrientes del Atlántico Norte y del Golfo hasta llegar a las costas de Europa y del norte de África.

Una vez cerca de estas costas, la larva experimenta una metamorfosis y se convierte en una angula, similar a las adultas, pero transparente. Estas angulas son tan apreciadas que alcanzan precios astronómicos en los mercados y a veces son objeto de tráfico ilegal. De hecho, en la página web de EUROPOL (Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial) se repiten las noticias sobre las operaciones realizadas contra esta actividad, la cual mueve millones de euros cada año.

A medida que las angulas penetran en aguas continentales de Europa y África, van creciendo y se van coloreando. Cuando alcanzan alrededor de 10 centímetros de longitud se les llama “angulones”. Con el tiempo, estas anguilas juveniles adquieren un tono amarillento y pasan a ser conocidas como “anguilas amarillas”, ocupando diferentes hábitats fluviales. No obstante, algunas anguilas nunca remontan los cauces de agua dulce y pasan su vida en aguas marinas o salobres como es el caso de las poblaciones de anguilas del Mar Menor en Murcia, de la Albufera de Valencia o de la Albufera de Mallorca.

Ejemplares de anguila europea. Dmitriy Konstantinov / Wikimedia Commons, CC BY-SA

Los grandes misterios sobre su reproducción

Las anguilas pasan muchos años en los ecosistemas europeos y africanos antes de madurar y emprender el camino de regreso al mar donde nacieron para desovar. El periodo que pasan en estas zonas varía entre 6 y 12 años en el caso de los machos y 10-20 años en el de las hembras. Durante este período, enfrentan diversas amenazas, como la sobrepesca, enfermedades, contaminación y la presencia de barreras artificiales como presas o centrales hidroeléctricas en los ríos que dificultan o impiden su migración.

Una vez que las anguilas adultas regresan al océano, dejan de alimentarse y se preparan para un último viaje, para el que antes se transforman en “anguilas plateadas”. Se cree que descienden a profundidades abisales, entre 200 y 1 000 m, y se dirigen al misterioso Mar de los Sargazos para reproducirse.

A pesar de la magnificencia de su ciclo de vida, hay un misterio que rodea a la reproducción de la anguila europea: nunca se ha observado en el medio natural. Aunque los científicos han estudiado meticulosamente su comportamiento y tienen la certeza de que se reproducen en el Mar de los Sargazos, algunos detalles del proceso reproductivo (como la liberación de huevos o esperma) nunca se han documentado, ya que se estima que ocurre en aguas muy profundas.

Este ciclo asombroso, lleno de viajes épicos y transformaciones increíbles, termina con el regreso al lugar de su nacimiento, completando así el ciclo vital de la anguila europea. Es un recordatorio de la maravilla y fragilidad de la naturaleza, de la importancia de proteger a estas especies tan extraordinarias y de la necesidad de una mayor investigación y conservación para comprender y proteger adecuadamente a esta especie única.

Ciclo de vida de la anguila europea. E. Bereziuk, CC BY-SA

El declive de la especie

La anguila europea se enfrenta a múltiples desafíos que ponen en peligro su supervivencia. Entre las posibles causas de su declive se encuentra la alteración de la Corriente del Golfo debido al cambio climático, la pérdida de acceso a sus hábitats naturales, la degradación ambiental, la presencia de patógenos como virus, bacterias y parásitos, los contaminantes en el entorno y la sobrepesca.


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Aunque aún no se ha llegado a un consenso sobre cuál de estos factores es más significativo, algunos expertos sugieren que la combinación de varios de ellos podría ser crucial para comprender el declive de esta especie.

Los patógenos, en particular los virus y parásitos, tienen un impacto negativo en la capacidad de supervivencia de las anguilas. Estudios de laboratorio han demostrado que los individuos infectados pueden experimentar una disminución significativa en su capacidad de nadar, lo que reduce sus posibilidades de completar la migración hacia las zonas de desove.

Además, las anguilas están expuestas a altos niveles de contaminación a lo largo de su vida. Acumulan grasas que son cruciales para su travesía transoceánica hacia el Mar de los Sargazos y su reproducción, y estas grasas pueden contener contaminantes orgánicos, lo que afecta a su capacidad reproductora y migratoria. La acumulación de estos contaminantes durante su migración descendente también plantea preocupaciones sobre su impacto en la especie.

Estos desafíos subrayan la necesidad de una acción concertada para proteger a la anguila europea y su hábitat. Solo mediante un enfoque integral que aborde estos problemas podremos asegurar la supervivencia de esta especie única y valiosa en nuestros ecosistemas acuáticos.

Medidas de protección

Para proteger a la anguila europea se necesita un esfuerzo global. Por ello, desde 2007, la Unión Europea ha implementado regulaciones clave para asegurar su supervivencia, especialmente a través del Reglamento del Consejo Europeo Nº 1100/2007, que obliga a los países con hábitats naturales de esta especie a adoptar planes de gestión específicos desde 2009. Estas medidas buscan garantizar que suficientes anguilas plateadas, la etapa final en la vida del pez, puedan regresar al océano para reproducirse, mitigando los impactos negativos causados por los humanos.

La estrategia incluye varias iniciativas coordinadas internacionalmente, como la reducción o eliminación de la pesca comercial, la repoblación en zonas donde siempre han existido, la mejora de sus hábitats fluviales y el transporte directo de anguilas plateadas al mar para facilitar su viaje de reproducción. Además, se realiza un seguimiento constante de las poblaciones de anguilas en cada cuenca fluvial.

Estas acciones son cruciales no solo para la conservación de la anguila europea, sino también para el mantenimiento de la biodiversidad y la salud de los ecosistemas acuáticos. El futuro de esta fascinante especie depende de nuestro compromiso continuo y la efectividad de estas medidas de protección.

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