El poder de las imágenes es indiscutible en nuestra percepción de los hechos históricos. Con la IA y las imágenes manipuladas, se vuelve todavía más importante alcanzar una mirada analítica y crítica.
Una propuesta concreta de cambio de métodos y de concepto de lo que es la Historia y su enseñanza en el instituto se traduce en mayor motivación, satisfacción y aprendizaje de los alumnos.
Seguimos debatiendo sobre qué contenidos enseñar en clase de Historia, en lugar de preocuparnos de cómo, y para qué, la enseñamos. Los nuevos decretos de enseñanzas mínimas son una oportunidad para cambiar.
La enseñanza de la historia en la escuela debería ser menos memorística y más reflexiva. La historia, tal y como se imparte hoy, no ayuda a crear ciudadanos críticos, creativos y, sobre todo, libres.
Investigador postdoctoral en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad de Alcalá