Los atentados de 2001 reavivaron un género de suspense político abandonado. Entre 2005 y 2011, decenas de títulos exploran las tripas del poder en EE. UU.
¿Quién sustituirá al hombre que sustituyó a Bin Laden?
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El golpe de Estados Unidos contra Ayman al-Zawahri deja el futuro de Al Qaeda en una encrucijada mientras el movimiento terrorista busca un nuevo líder.
North Reflecting Pool del September 11 Memorial & Museum (Nueva York).
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A pesar de la gravedad de los atentados del 11-S, sus consecuencias económicas no fueron tan intensas como las de la crisis de 2008-2009 o las de la pandemia.
La ciudad de Nueva York durante los ataques del 11 de septiembre de 2001.
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Estos veinte años empiezan y terminan en las Torres Gemelas. Allí despertamos del sueño de una gobernanza global y la expansión constante de las libertades y economía de mercado. El mundo, la globalización y los derechos humanos ya no son lo que eran.
Dos décadas después de los atentados del 11-S el mundo ha cambiado, y EE UU lo ha hecho de manera notable. Ahora mira mucho más hacia dentro que entonces y muchos de sus aliados pueden ver en esto una actitud internacional insolidaria.
Imagen de torturas en la prisión de Abu Ghraib (Irak, 2003).
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El terror de los ciudadanos tras los atentados del 11-S facilitó su complacencia hacia las violaciones de derechos por parte de sus países. Forzados a decidir entre libertad o seguridad, consintieron la cesión de derechos fundamentales propios y ajenos en aras de sentirse seguros. Y el abuso se normalizó.
Un miembro de la policía afgana y soldados estadounidenses cerca del aeródromo de Kandahar.
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La guerra de Afganistán, al igual que muchas otras guerras anteriores, comenzó con evaluaciones optimistas de una victoria rápida. Dos décadas después, seguimos pagando la factura.
Los bomberos de Nueva York trabajan cerca de la Zona Cero tras el colapso de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
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En estos días nuestro estado de ánimo fluctúa entre el optimismo y el pesimismo con todos sus matices. Tras el atentado del 11-S, las personas sentían una mezcla de emociones relacionadas con la rabia y la tristeza, pero también con la gratitud y el amor hacia familiares. Así salieron de ello.
Visitante del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) frente al cuadro ‘Flag’, de Jasper Johns.
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En EEUU es frecuente toparse con ciudadanos que hacen pública ostentación de su disgusto a propósito de su país (gobierno). De él critican las mismas cosas que dichas por un extranjero le convierten en antiamericano.
Los aeropuertos de nueva construcción, como el de Mexico DF y Taipei, prometen ser lugares felices.
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Los atentados del 11-S propiciaron que en los aeropuertos prevalecieran la seguridad, la prisas y el miedo. Los que se construyen en la actualidad prometen ser lugares felices, las ágoras del siglo XXI.
Profesor Titular de Universidad. Psicología Evolutiva y de la Educación. Director del Instit. Univers. Mixto de Investigac. de Educación y Desarrollo Daisaku Ikeda (IEDDAI), Universidad de Alcalá
Profesora contratada doctora en Derecho Internacional Público. Vicedecana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Universidad Loyola Andalucía