La nueva política emplea series del catálogo de Netflix, Filmin, HBO, o cualquier otro proveedor, para crear referencias que ayuden a los ciudadanos a orientarse en su hoja de ruta, pero también se apropia de los significados y códigos que series y productos culturales emplean para construir la nueva realidad.
Donald Trump ha sido un presidente populista. Comprender las raíces del populismo en los EE.UU. y en otros lugares es esencial para hacer frente a su ascenso y su amenaza a la democracia.
La mascarilla es actualmente fuente de controversias. En este artículo se analizan las narrativas oficiales promovidas por los Gobiernos de México, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
La posverdad, ya prevista en los setenta por algunos pensadores, va más allá de la mentira. La posverdad no miente: desprecia la verdad, y lo que la acompaña: objetividad, evidencia, imparcialidad, contrastación.
El tiempo de la política está hecho de expectativas y eso lo hace especialmente manipulable. Juega con el pasado y el presente hasta reorientar su temporalidad.
El odio, como el terror, es un instrumento al servicio de intereses políticos, y hace fortuna en tiempos, como este, de fracturas sociales y en el que la capacidad de los populismos para influir en el electorado es muy notoria.
En España, el asesoramiento científico legislativo permanente es una tarea aún pendiente. Estas ideas pretenden mejorar la comunicación entre dos mundos destinados a entenderse.
La estrategia de comunicación del Gobierno ha variado desde que comenzó la crisis del coronavirus. De un único portavoz técnico se ha pasado a una multitud de portavoces ¿Cuál de estos dos modelos es más acertado? ¿Hay algún otro modelo más recomendable?
La autora, que investiga y enseña liderazgo, afirma que la primera ministra de Nueva Zelanda Jacinda Ardern está dando a la mayoría de los políticos occidentales una clase magistral sobre liderazgo en crisis.
Discursos cada vez más institucionales, decisiones comunicadas desde la perspectiva partidista y de impacto fácil, mentiras, negación de la evidencia e hiperliderazgos. Los políticos han caído en el populismo y el electorado cada vez confía menos en ellos.
La campaña de las elecciones generales del próximo 28 de abril se ha articulado alrededor de dos debates televisivos. La televisión importa y centra porque es capaz de agitar la estrategia, las decisiones de los candidatos y el estado de ánimo de los votantes
Vehemente, sencillo y templado son los tres estilos de retórica más comunes. Pero hay que saber utilizarlos para conseguir un fin. Así lo hacen nuestros políticos frente a adversarios y electorado.
El poder de diseminación, la reducción del coste de la información, la inmediatez y la credibilidad que depositamos en los remitentes han convertido WhatsApp en una importante herramienta política.
El éxito electoral del populismo en la era de la posverdad está impulsado por lo digital, en concreto, por las redes sociales. Las elecciones en Cataluña (21D) están marcadas por el líder influencer.
Son diversas las investigaciones que han estudiado cómo el cerebro procesa la información que obtiene del rostro de una persona. Y esto puede aplicarse a la comunicación política.
Dedicando el tiempo necesario y prestando el suficiente interés conseguiremos decidir de manera racional si aquello que consideramos bueno y malo lo es realmente.
La creciente moralización de la política parece deseable porque podría fortalecer la integridad de los políticos, reduciendo la corrupción. Pero un debate político moralizado en exceso puede dañar nuestra convivencia democrática.