Esta tradición culturalmente arraigada puede entrañar riesgos para la salud al poner en estrecho contacto a animales salvajes con los seres humanos y sus animales domésticos.
Las actividades humanas realizadas durante los preparativos para el conflicto, el conflicto en sí y el periodo de posguerra catalizan la introducción, establecimiento y propagación de especies.
La venta de animales ha trascendido los límites físicos de los mercados tradicionales para adentrarse en las dinámicas de las plataformas digitales, aumentando su volumen y dificultando su control efectivo.
El comercio internacional de animales constituye una actividad de bajo riesgo que los grupos criminales aprovechan por sus beneficios económicos, para probar nuevas rutas o para ocultar drogas.
La planta ‘Cortaderia selloana’ ocupa rápidamente los campos de cultivo abandonados. Pero su conquista es solo temporal. Zarzales, escobas y otras especies le roban la luz hasta hacerla desaparecer.
El hoatzín es el ornitorrinco de las aves. Tiene un estómago como el de las vacas, apenas puede volar y sus pollos trepan como cuadrúpedos. ¿Algo más? Sí, es un polémico enigma su origen como especie.
Si pudiéramos dar marcha atrás en el tiempo, y todo volviera a empezar, ¿el mundo estaría poblado por las mismas especies? ¿Está todo determinado, o el azar juega un papel fundamental?
Junto con las campañas de sensibilización ambiental y la legislación sobre especies invasoras, son necesarias normas más estrictas sobre la tenencia de mascotas que reduzcan el riesgo de abandono.
Después de causar estragos en las costas de Huelva y Marbella, el alga ‘Rugulopterix okamurae’ está provocando pérdidas en el sector pesquero en Tarifa: es urgente calificarla como especie invasora.
Catedrático de Patología Forestal e investigador del Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible, Universidad de Valladolid