Las reservas hídricas de los embalses se emplean para regar cultivos, suministrar agua potable y generar energía. Además, proporcionan servicios ecosistémicos y de ocio.
Las altas temperaturas y la mayor variabilidad de las precipitaciones, junto con el incremento de la demanda de agua y la disminución de su calidad, suponen grandes dificultades en la gestión de los recursos hídricos.
Hemos analizado los flujos de gases de efecto invernadero en 12 embalses del sudeste de la península ibérica y estudiado los factores que los determinan, como la temperatura, profundidad y presencia de nutrientes.
Arturo Elosegi, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Los embalses retienen los sedimentos fluviales, cambian el régimen hidrológico del río y suponen una barrera a la migración de especies como las truchas y los salmones.