Los peores años del hambre en la posguerra española constituyeron una auténtica hambruna durante la que cayó drásticamente el poder adquisitivo de la población y se registraron miles de muertes por inanición.
La autora ruso-ucraniana Natascha Wodin reconstruye en su novela ‘Mi madre era de Mariúpol’ la historia de su madre, que nació en 1920 y se quitó la vida en 1956 en Alemania, cuando su hija tenía once años.
Ucrania, una vez conocida como el granero de Europa, sufrió una hambruna terrible bajo Stalin. Este desastre, entre otros, perjudica las relaciones modernas entre los dos países vecinos.
El Holodomor es un término que se traduce como “matar de hambre”. Hace referencia a la hambruna que asoló a la URSS y tuvo un gran impacto en Ucrania entre 1932 y 1933.
2020, 2021 y quizás ahora 2022, han sido años muy malos, pero comparados con lo que ocurrió en 536, un año en el que confluyeron la erupción de volcanes, una peste, una hambruna y un invierno interminable, parecen muy poca cosa.
Tras bajar durante una década, el número de personas que pasan hambre vuelve a crecer. La principal causa es el cambio climático, que altera los patrones climáticos de los que depende la agricultura.