Como Salman Rushdie, Averroes también sufrió los ataques del fanatismo. Por eso el padre del escritor se cambió su apellido original por el del pensador. Las diferencias entre civilizaciones siempre han sido demasiado profundas y la pérdida de poder global de Occidente y la aparición de nuevos poderes no occidentales han hecho que la cultura y la religión sigan teniendo un peso mucho más fuerte que la política.
“Los versos satánicos” no ha sido la primera novela, ni será la última, que ha provocado la ira de un fanático que no conoce los matices de la literatura. El nazismo también nos da algunas claves.
La respuesta a la siguiente oleada vírica será más fácil si hemos logrado analizar la situación y la respuesta en términos cooperativos y de seguridad colectiva.
Doctor internacional en Comunicación, Universidad de Navarra. Profesor de Relaciones internacionales y Derecho internacional público, Universidad de Zaragoza, Universidad de Zaragoza