El tipo de cambio, la actividad económica, la regulación de los precios y las expectativas influyen en el comportamiento de los precios. En Venezuela, esta conjunción de factores ha generado un proceso crónico de inflación galopante.
La energía no sólo encarece el transporte de los consumidores y la calefacción de sus casas: también afecta a los costes de producción de bienes y, por tanto, a la evolución de la inflación subyacente.
Aunque en 2022 los precios han sufrido las subidas más importantes desde 2008, en los años 70 y 80 del s.XX, con las crisis del petróleo de entonces, la inflación en España llegó a superar el 25%.
La subida de la inflación y del euríbor afectan los presupuestos familiares y vuelve la gran pregunta. Al financiar la hipoteca, ¿mejor a tipo fijo o variable?
El índice de precios al consumo sirve a hogares, empresas y países para tomar sus decisiones de gasto, inversión y endeudamiento. En 2022 el IPC español recupera cifras de hace casi 40 años.
El tiempo, y las crisis, han flexibilizado los objetivos de inflación del BCE. En 1998 debía ser menor al 2%, en 2003 por debajo pero en torno a esa cifra y desde julio de 2021 es del 2%, simétrico (ni arriba ni abajo) y a medio plazo (admite desviaciones temporales).
A las autoridades monetarias, que articulan las políticas antiinflacionistas, y al Gobierno, que maneja la política económica, les preocupa que la inflación haya venido para quedarse.
Uno de los problemas a solventar por el estado de bienestar español es que mientras decrece la población en edad de trabajar, sube la esperanza de vida de la población. ¿Quién y cómo pagará las pensiones en el futuro?
Investigadora colaboradora del Observatorio de Ahorro Familiar (Fundación Mutualidad Abogacía y Fundación IE). Profesora de Estadística en UCM y UAM, Universidad Autónoma de Madrid