La actividad humana ha introducido en el océano una gran cantidad de fuentes de contaminación acústica, como barcos y explotaciones de petróleo, que contribuyen a la pérdida de biodiversidad marina.
Las evidencias sugieren que estamos acercándonos a los límites fisiológicos tolerables por las especies de zonas tropicales, que ya han empezado a huir hacia otras regiones más templadas.
Marlene Wesselmann, Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA - CSIC - UIB) y Núria Marbà Bordalba, Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA - CSIC - UIB)
Las praderas submarinas ocupan menos del 0,2% de los fondos marinos, pero son responsables de secuestrar el 10% del carbono que almacenan los océanos anualmente.