Julián Estévez Sanz, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Los intentos de hacer circular robotaxis por las ciudades no han funcionado tan bien como se esperaba. Tras varios accidentes, se plantea si no habría que pensar mejor en una conducción tecnológicamente asistida, que complemente al humano y le ayude a no fallar.
Una reciente encuesta destaca la notable disparidad de opiniones entre expertos y no expertos respecto a la implantación del vehículo autónomo, conectado y compartido.
Los taxis verticales asoman ya en nuestro futuro próximo como ‘solución tecnológica’ para la sostenibilidad de la vida urbana, pero ¿son realmente una solución?
Debería regularse un régimen de responsabilidad civil aplicado a los casos en que los sistemas de inteligencia artificial ocasionen perjuicios, como un incendio o una colisión.
En el futuro, aunque las máquinas se encargarán de numerosas labores, algunos trabajos se mantendrán para fomentar los vínculos entre personas y las relaciones sociales.
Catedrático de Universidad en el área de vehículos y transportes y Director de la Unidad de Sistemas Inteligentes de INSIA, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)