En las cada vez más cálidas aguas del sureste del Mediterráneo, la Costa Daurada y Terres de l'Ebre, joyas turísticas del noreste de España, se enfrentan a desafíos climáticos y ambientales inminentes. Por eso, existe una necesidad apremiante de fortalecer la resiliencia de la sociedad ante los peligros climáticos y gestionar los riesgos asociados en estas zonas mediterráneas.
El proyecto IMPETUS busca impulsar un cambio en el comportamiento para lograr un turismo resistente al clima, alineándose con los objetivos climáticos de la UE para 2050 e implementando la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de Cataluña en el sector turístico.
Problemas costeros que afectan al sector turístico
En el marco de este proyecto, hemos llevado a cabo un estudio colaborativo para involucrar a empresas, Administración, ciudadanos, científicos y expertos para identificar de manera conjunta los principales desafíos en el sector turístico de la costa catalana. Estos han sido los principales desafíos detectados:
Sequía. La escasez de agua se erige como un desafío primordial en la costa catalana. La sequía impacta directamente en los recursos hídricos, cruciales para el sostenimiento de la vegetación, la agricultura y la satisfacción de las demandas turísticas. Esta realidad exige estrategias de gestión del agua más eficientes y la promoción de prácticas turísticas conscientes del consumo responsable del recurso.
Erosión extrema de las playas. La continua erosión de las playas representa una amenaza significativa para el atractivo turístico de la región. La pérdida de la extensión de las playas no solo afecta la experiencia del turista, sino que también pone en riesgo la biodiversidad marina y la integridad de los ecosistemas costeros. La implantación de medidas de restauración costera y la concienzación sobre prácticas sostenibles son imperativas para contrarrestar este desafío.
Degradación antropogénica del sistema playa-duna. La intervención humana ha exacerbado la degradación del sistema playa-duna, un ecosistema frágil y vital para la estabilidad costera. La urbanización descontrolada y actividades recreativas sin regulación adecuada contribuyen a la pérdida de hábitats naturales y a la fragilización de las dunas. La gestión sostenible del desarrollo costero y la promoción de prácticas turísticas responsables son esenciales para preservar este ecosistema único.
Consumo energético en el sector turístico. El elevado consumo energético por parte del sector turístico plantea desafíos significativos en términos de sostenibilidad. La demanda constante de energía para hoteles, transporte y actividades turísticas contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y aumenta la huella ambiental. La transición hacia fuentes de energía renovable, la eficiencia energética en las instalaciones turísticas y la concienciación sobre prácticas ecoamigables son imperativas para abordar este desafío.
Estos desafíos subrayan la necesidad de estrategias para aumentar la sostenibilidad y la resiliencia del turismo en la costa catalana. La colaboración entre empresas, Administración, ciudadanos, científicos y expertos es crucial para abordar eficazmente estos desafíos y construir un futuro turístico más sostenible y armonioso con el entorno natural.
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Acciones para un turismo climáticamente resiliente
Adaptar los destinos turísticos al cambio climático requiere comprender los factores de cambio en empresas, ciudadanos, turistas y Administración. A continuación, se detallan acciones en curso y futuras dentro del proyecto IMPETUS para adaptar la costa catalana al cambio climático y sus problemáticas ambientales:
Proporcionar acceso a servicios climáticos. Se trata de un elemento clave en la estrategia de adaptación para el sector turístico. Estos servicios deben ser de alta calidad, estar adaptados a las necesidades de los usuarios finales, funcionar como herramientas de toma de decisiones, ofrecer incentivos para beneficios sociales y comunicarse eficazmente.
Desarrollo de una herramienta para la evaluación de puntos críticos de erosión costera basada en satélites.
Restauración y monitoreo de dunas de arena para prevenir la erosión costera. Aprovechando esta acción, además, se trabaja en la creación de material divulgativo para comprender la importancia de mantener el sistema playa-duna.
Construcción de humedales artificiales. El objetivo es crear humedales multifuncionales para reducir la concentración de contaminantes emergentes antes de su llegada al mar, bahías y humedales. Actualmente, se está trabajando en un proyecto piloto para demostrar su viabilidad y explorar la posibilidad de exportar esta solución basada en la naturaleza y emplearla en zonas agrícolas.
Cocreación y conciencia ciudadana
El proceso de cocreación ha sido un pilar fundamental para implantar las estrategias delineadas. Actores públicos y privados de las zonas turísticas participaron activamente en talleres colaborativos enfocados en temas cruciales como clima, cambio climático, turismo, energía, agua y la percepción del sistema playa-duna.
Estos talleres han generado indicadores esenciales que arrojan luz sobre el potencial climático para diversas modalidades turísticas. Como por ejemplo, el potencial de días óptimos para el turismo gastronómico, el turismo de sol y playa, entre otros.
Los participantes identificaron impactos físicos del cambio climático que afectan la atracción y vulnerabilidad del destino turístico. Además, propusieron medidas concretas relacionadas con el agua y la energía, clasificándolas según su prioridad y vulnerabilidad. Por ejemplo, ajustar la oferta considerando el potencial climático por actividad turística y gestionar la plantilla de trabajadores en función de las condiciones meteorológicas.
Un método innovador utilizado fue la fotografía repetida para recopilar datos sobre la conciencia ciudadana sobre los cambios temporales en el sistema playa-duna en la zona de estudio. Esta aproximación también ayudó a comprender las expectativas y preocupaciones ciudadanas respecto al paisaje de las playas y dunas.
Visión global, más allá de la costa catalana
Un portal web, parte clave del proyecto IMPETUS, ofrecerá herramientas –como un visor del potencial climático por distintas actividades turísticas en la costa catalana y un visor de la erosión costera que dé respuesta a las necesidades de los técnicos de gestión de los ayuntamientos– para la adaptación climática en diversas regiones bioclimáticas de Europa, fomentando la colaboración y sirviendo como fuente de inspiración para áreas con problemáticas similares.
Este proyecto y la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de Cataluña destacan el compromiso climático en el turismo. La cocreación y participación activa demuestran el potencial de abordar desafíos climáticos de manera colaborativa.