¿Cómo es posible que no se actúe y se permita un fraude o un error que puede tener consecuencias tan graves? La respuesta está en un fenómeno psicológico.
Los cambios en el transporte aéreo han obligado a Airbus a abandonar la producción de uno de los aviones más impresionantes de todos los tiempos, el A380. ¿Fue una locura, mala suerte o ambas cosas?