Airam Rodríguez, Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)
El Ayuntamiento de Madrid pretende iluminar un tramo renaturalizado del Manzanares, una medida que puede tener un grave impacto en el medio ambiente y la fauna del río. Aquí los argumentos científicos que lo demuestran.
Celina Aznarez, BC3 - Basque Centre for Climate Change and Unai Pascual, BC3 - Basque Centre for Climate Change
La vegetación y los espacios verdes no se distribuyen de forma homogénea en la trama urbana. Un reciente estudio analiza cómo influyen el nivel socioeconómico y la antigüedad de los barrios en su biodiversidad.
Recientemente, se ha celebrado en Berlín el Congreso Internacional de Infraestructuras Verdes. Allí, los representantes de diferentes ciudades expusieron sus proyectos de sostenibilidad y naturación más recientes.
La falta de formación, la lentitud de los procesos naturales cuando se buscan beneficios a corto plazo y la escasa financiación e incentivos son algunas de las trabas al aumento de la naturación urbana.
Para que los habitantes de las ciudades tengan una zona verde a menos de 300 metros, como recomienda la OMS, no basta con construir más parques, también hay que recurrir a cubiertas y fachadas con vegetación.