La educación es, como la medicina, una disciplina que necesita evidencia científica porque se aplica a seres humanos. Para que una metodología sea fiable se necesita, por un lado, la experiencia directa y, por otro, la práctica de los docentes. Pero, desafortunadamente, hay muchas metodologías sin base científica.
Este curso promete tener altibajos constantes. Clases semipresenciales, confinamientos de las aulas ante casos positivos de COVID-19 o aprendizaje en remoto. Estas diez claves permitirán a docentes y familias transitar mucho más cómodamente por el aprendizaje “online”.
Melina Furman, Universidad de San Andrés (Argentina)
Estamos ante el fin de la frontera de la educación formal, con oportunidades para aprender casi cualquier cosa que nos propongamos sin movernos del cuarto de estar de nuestra casa.
El Día Internacional del Docente (5 de octubre) es el momento idóneo para reconocer el gran esfuerzo que el profesorado está haciendo por adaptarse a esta crisis educativa provocada por la COVID-19. ¿Están los docentes cumpliendo con lo que se esperaba de ellos?
La crisis educativa que ha traído la pandemia ha puesto de manifiesto muchas carencias y también ha convertido la educación en un negocio que muchos “gurús” han aprovechado para lanzar propuestas educativas sin ninguna evidencia científica. Los estudiantes serán los grandes perjudicados.
La administración tiene todas las competencias de salud en los colegios, pero la ley les permite que hagan uso de su propia autonomía pedagógica y que cada centro decida qué es lo mejor para sus alumnos. Es necesario ejercerla en estos momentos para ofrecer respuestas coherentes con la realidad de cada centro.
La evaluación de los estudiantes durante este curso de semipresencialidad en las escuelas, de confinamientos de aulas y de incertidumbre, deberá hacerse de una manera especial. El autor da claves para evaluar.
¿Hay que esperar un diagnóstico de dislexia o discalculia para comenzar a intervenir? La respuesta es no. Desde edades muy tempranas se puede predecir si un niño o niña tendrá problemas con la lectura, la escritura y las matemáticas. Por eso, no espere demasiado.
Marcos Cánovas, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
La crisis derivada de la COVID-19 ofrece una oportunidad única para actualizar la docencia universitaria desde la perspectiva digital y pedagógica y para no basar toda la enseñanza en interminables conexiones por Zoom.
Estas seis pautas contribuirán a la mejora de la competencia digital de nuestros hijos e hijas. Aún están a tiempo de aprender a usar algunas herramientas que harán que puedan controlar la tecnología y no que la tecnología les controle a ellos durante el proceso de aprendizaje.
La educación universitaria después de los 50 se ha convertido en una oportunidad laboral para muchas personas. En una sociedad cambiante, reinventarse y reciclarse está siendo imprescindible para continuar en el mercado de trabajo.
Este tópico está relacionado con la forma en la que te acercaste a la aritmética, el cálculo y el álgebra durante tu vida. No te espantes: se puede corregir. Te contamos.
Somos seres programados para aprender. La combinación de las inteligencias de cada niño constituye su talento. Tanto la familia como la escuela tienen que aprovechar la plasticidad del cerebro infantil para conseguir la excelencia. Es posible hacerlo y aquí van algunas ideas clave para conseguirlo.
Mientras en las escuelas rurales el acceso y la disponibilidad de los recursos digitales han estado condicionados durante el confinamiento, hay elementos como el entorno, los espacios abiertos y flexibles, los recursos naturales o las bajas ratios que harán que la calidad de la enseñanza sea mejor en la vuelta a la nueva normalidad que en la escuela urbana.
Jesús Rey Rocha, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS - CSIC) and Emilio Muñoz Ruiz, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS - CSIC)
La educación no ha recibido toda la atención que necesitaba por parte de las autoridades durante la pandemia. La comunidad educativa al completo ha reclamado más dedicación por parte de las administraciones públicas, al menos la misma que han recibido otros sectores. Es el momento de valorarla como algo absolutamente necesario para la sociedad.
Eric Mazur, catedrático de Física en la Universidad de Harvard, dio una charla en la Universidad Autónoma de Madrid hace unos días. El profesor es un visionario de los nuevos métodos de aprendizaje, un referente mundial en innovación educativa. Estos fueron los descubrimientos que desveló en su intervención.
En España hay más de 35 000 estudiantes con altas capacidades. La nueva normalidad debe venir acompañada de una nueva forma de responder a las necesidades psicoeducativas de todo el alumnado en su diversidad, incluidos estos escolares. La escuela debe prestar más atención al desarrollo del talento.
La gran pregunta que nos hacemos ahora es cómo arrancará el próximo curso en la universidad. Mientras que el Ministerio de Universidades ha elaborado un documento tibio, los expertos apuestan por equipos directivos flexibles y facilitadores, un profesorado preparado y con recursos y estudiantes activos y autónomos.
El alumnado ha desarrollado más habilidades desde que cerraron las escuelas, como resiliencia, creatividad o dominio tecnológico. Quizá es el momento de replantearse el currículum y adaptar estos talentos a la escuela del futuro.
Los cambios que se han producido en la educación en estos meses están abriendo posibilidades a nuevas maneras de enseñar y de aprender. Aún es pronto para saber si la escuela cambiará o no, pero lo cierto es que algunas metodologías están dando buenos resultados y podrían ayudar a replantear la enseñanza.
Doctor en Psicología Clínica. Director del Máster en Gerontología y Atención Centrada en la Persona (Universidad Internacional de Valencia), Universidad Internacional de Valencia