Relaciones sociales, procesos de aprendizaje, desarrollo físico y afectivo… La pandemia se está cebando con los más pequeños de la escuela, según una encuesta realizada a un grupo de docentes de esta etapa. Los “abrazos a distancia” y “besos voladores” ya no reconfortan a estos alumnos/as.
La escritura es una competencia básica para la vida: ayuda a pensar, genera y fija conocimientos y nos permite participar activamente en la comunidad. Enseñar y aprender a escribir es un proceso complejo, que implica que quien enseña y quien aprende participen activamente en este objetivo.
Uno de los grande problemas a los que se enfrentan los menores con trastorno por déficit de atención e hiperactividad es la dificultad para relacionarse socialmente. Eso provoca el rechazo de otros menores. Pero hay maneras de encontrar soluciones.
La Educación Culturalmente Relevante es un modelo pedagógico poco conocido y que surgió en EE UU en los 90. Está destinada a los estudiantes de origen cultural diverso y contribuye a romper el enfoque etnocéntrico de la enseñanza.
El aprendizaje en línea no puede consistir en trasladar a la pantalla lo que ocurre en el aula. La enseñanza virtual es un modelo que va más allá y tiene infinitas posibilidades que se están desaprovechando.
Tras casi un año de movimientos en la educación debidos a la pandemia, ya tenemos los elementos suficientes como para hacer un completo balance de lo que hemos avanzado y qué otros objetivos no se han alcanzado. Este ha sido un año de luces y sombras.
El uso de proyectos de vídeo supone una forma muy efectiva de implicar a los alumnos en sus trabajos universitarios. Un estudio ha puesto en evidencia su utilidad en trabajos relacionados con las ciencias sociales. Esto podría ser un paso más en los procesos de mejora del aprendizaje en la Universidad en otras muchas disciplinas.
El déficit de atención no es una enfermedad. Es un trastorno neuronal que debe trabajarse entre la familia y los centros educativos. Pero los docentes no tienen preparación específica para ello y la mayoría del alumnado con trastornos del aprendizaje no logra acceder a estudios universitarios.
La pandemia ha traído una gran falta de motivación a muchos profesores. Las razones son diversas, pero el hecho de enfrentarse a la enseñanza en línea o la frustración de ver que sus alumnos no aprenden lo suficiente han creado desazón en los docentes.
Ni confundir izquierda y derecha es un síntoma determinante de dislexia, ni los niños disléxicos tienen un cociente intelectual más bajo. Alrededor de este trastorno, que afecta a entre el 5 y el 10 % de la población, existen muchos mitos.
El interés que despierta la astronomía en el alumnado no se ve correspondido con su tratamiento en el currículo. ¿Por qué ocurre? Un sistema que olvida muy pronto la formación científica podría ser uno de los motivos.
Existen siete tendencias en el mundo de la educación que han proliferado en los últimos años. Sin embargo, no parece que en estos momentos de pandemia la educación esté en un momento de transformación. Mientras esperamos un “reinicio”, ¿podremos trabajar para convertir estas tendencias en una realidad para la nueva era?
La nueva ley de educación (LOMLOE), la octava de la democracia, nace con vocación de adaptarse a la nueva sociedad en un tiempo de cambios profundos y tras haber vivido una crisis educativa causada la covid-19. Estos son sus objetivos y sus desafíos.
La población infantil no escapa del exceso de pantallas de estos últimos años. El mal uso de los móviles en los niños puede acarrear problemas en su bienestar físico, cognitivo y emocional.
Desde que un bebé nace y observa lo que tiene alrededor hasta que comienza a hablar se produce un curioso proceso que va marcado por meses. Sonreír, mirar, señalar o vocalizar acaban sincronizándose al año y medio, cuando ya están preparados para comenzar a hablar.
Las personas tendemos a sobreestimarnos en muchos aspectos de la vida: somos los más honestos, las mejores personas, los más observadores… Hasta que nos preguntan por nuestra capacidad para recordar los nombres de los demás. En eso ya no somos tan buenos.
Si Matemáticas ya es una asignatura compleja en circunstancias normales, en semipresencialidad se hace más difícil para los estudiantes. Los docentes necesitan hacer un esfuerzo extra para que en estas circunstancias educativas no se convierta en un hueso demasiado duro de roer para los jóvenes.
El plagio en la universidad no ha desaparecido. A pesar de que desde hace un par de años no ocupa las primeras páginas de los periódicos, el problema sigue existiendo, ahora más nunca, con la docencia virtual. ¿Qué podemos hacer para acabar con él?
Doctor en Psicología Clínica. Director del Máster en Gerontología y Atención Centrada en la Persona (Universidad Internacional de Valencia), Universidad Internacional de Valencia